Con la que debería haber sido una de sus mejores defensas para luchar contra el coronavirus en sus manos, Senen no puede creerse aún que haya sido durante más de una semana papel mojado , que les ha expuesto al virus peor que si no hubiesen llevado nada.
Estos sanitarios se debaten ahora entre el temor a estar contagiados y la indignación de sentirse traicionados por quienes consideran deberían haber velado por su seguridad, la de sus familias y la de los enfermos con los que están conviviendo.
De momento las autoridades sanitarias han confinado en cuarentena a casi un tercio del personal que ha usado estas mascarillas defectuosas, mientras establecen el tiempo de uso y someten al personal a test para saber si se han contagiado.
A esta ahora en el hospital de Cartagena se están realizando PCRs, y de los 10 primeros han dado negativos los ya que han salido del laboratorio, los demás siguen a la espera de los resultados. En otro centro de Orense de los 100 test que llevan desde el viernes 7 han resultado positivos.
Las mascarillas ya han sido sustituidas por otras válidas pero la desconfianza les hace buscar seguridad por su cuenta. Y todo sin dejar de pensar en reincorporarse cuanto antes al trabajo para seguir luchando contra la pandemia.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) se personará como acusación particular en aquellos casos de contagio derivados del uso de mascarillas defectuosas, según ha anunciado tras la reunión semanal mantenida este viernes 17 de abril.
El CGCOM ha mostrado su "máxima indignación" por la distribución de mascarillas FPP2 de la empresa Garry Galaxy por parte del Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas y a los profesionales sanitarios, que han sido después retiradas por no cumplir con ninguna clasificación indicada en la norma de la Asociación Española de Normalización.
"Este hecho intolerable no solo genera más desconfianza en la acción del Gobierno, sino que se suma a la situación de indefensión a la que están sometidos los profesionales sanitarios", alerta el CGCOM, que además exige una explicación a las autoridades responsables, la adopción de todas las medidas pertinentes en el personal expuesto a un alto riesgo de contagio, y que se asuman responsabilidades.
El órgano que agrupa, coordina y representa a todos los Colegios Oficiales de Médicos lamenta el alto número de profesionales sanitarios afectados por el SARS-Cov-2, que asciende a unos 30.000, así como el número de compañeros fallecidos que, a día de hoy, es de 34.
En este sentido, recuerda que es obligatorio exigir que todos los casos que indiquen la situación de baja laboral (IT) por infección por el coronavirus se considere accidente de trabajo sin ningún tipo de "laberinto legal" y sin ninguna consideración que se aleje de este reconocimiento. "Creemos de elemental justicia y absolutamente necesario que la profesión médica en particular y las profesiones sanitarias en general sean consideradas, a todos los efectos, como profesiones de alto riesgo de exposición", añaden.
Por otro lado, el CGCOM propondrá que la Plaza de las Cortes de Madrid acoja un "recuerdo permanente" por todos los profesionales sanitarios caídos en el ejercicio de la profesión, como forma de "rendir un sentido homenaje de reconocimiento" a los sanitarios fallecidos que, "sin dudar de su deber, ofrecieron su futuro y el de sus familias por su profesión y por los demás".
Además, desde los Colegios de Médicos se va a poner en marcha un Observatorio COVID-19 para la evaluación del impacto de la infección en los profesionales y como plataforma de futuras acciones derivadas de esta pandemia (jurídicas, profesionales y de protección social).