La mascarilla ya no será obligatoria al aire libre, pero sí obligada e imprescindible en interiores. En cualquier caso, tendremos que llevarla siempre a mano y aplicar prudencia y sentido común, ya que en las calles con algomeraciones de gente habrá que ponérsela.
Es algo que ocurre con mucha frencuencia, por ejemplo, en el centro de Madrid. Aunque tiene las calles muy anchas, siempre aglomera mucha gente. Entre ellas, la de Fuencarral, que es peatonal y que suele congregar a muchas personas por sus comercios y tiendas.
La noticia de eliminar la mascarilla en exteriores no termina de convencer a todos, algunos apuestan por dejarla "un poco más de tiempo". Además, sigue siendo obligatoria en exteriores cuando no haya metro y medio de distancia o en grandes eventos al aire libre.
"En concentraciones de mucha gente, esos gritos y cánticos se pueden traducir en un aumento de aerosoles en nuestro entorno", señala al respecto el inmunólogo Alfredo Corell. Además, la mascarilla tendrá que seguir llevándose en espacios interiores para prevenir la covid.
Los establecimientos y locales se protegen frente a la covid. Muchos instalan medidores de CO2 para evitar aglomeraciones con riesgo o filtros de ventilación mecánica para prevenir. También en las peluquerías, entre otros, son conscientes del peligro.
"Sin mascarillas estaríamos contagiadas el primer día", comenta una trabajadora. En el transporte público, "al estar aglomerados", centros educativos, comercios, gimnasios, iglesias, teatros o cines también habrá que seguir protegiéndose.