Ponerse la mascarilla por debajo de la nariz facilita el contagio por coronavirus, según prueba un estudio
El estudio mapeó ubicaciones en el tracto respiratorio donde el virus COVID-19 se propaga más rápidamente
Las células que recubren la nariz son significativamente más propensas a infectarse
Aunque la mayoría de la gente se ha acostumbrado a usar la mascarilla en el día a día, no todo el mundo la lleva correctamente. Es fácil ver a personas poniéndosela de babero, como diadema o, sobre todo, por debajo de la nariz. En ese sentido, una nueva investigación publicada en la revista 'Cell' sugiere que cubrirse solo la boca con la mascarilla es prácticamente igual que no llevarla, haciéndola totalmente ineficaz.
La mayoría de las personas generalmente respiramos por la nariz, y lo hacemos por una buena razón, ya que olemos a través de ella y humedece el aire que respiramos, ayudando a filtrar los desechos y microorganismos en el aire. Respirar por la nariz también mejora la función pulmonar y circulatoria. Pero, desgraciadamente, al igual que la nariz es mejor para respirar también lo es para propagar la COVID-19.
El estudio en cuestión mapeó ubicaciones en el tracto respiratorio donde el coronavirus invade, se multiplica y se propaga más rápidamente. Descubrieron que las células que recubren la nariz son significativamente más propensas a infectarse por el virus en comparación con la garganta o los pulmones. Eso significa que cada vez que una persona exhala por la nariz, es probable que genere una mayor concentración de aerosol infeccioso que si simplemente estuviera respirando por la boca.
También significa que, para evitar que la nube infecciosa se escape e infecte a otras personas es importante cubrirse la nariz con la mascarilla. Y es que el cobijo predilecto del coronavirus está en las profundidades de las fosas nasales, allá donde entroncan con la garganta, por lo que hay que cortarle el camino.
Otra cuestión importante que aborda el estudio es cómo el virus SARS-CoV-2 infecta los pulmones de las personas en primer lugar. Los investigadores sugieren, según sus hallazgos, que el virus no llega a los pulmones a través de la sangre, o incluso al marchar más abajo en el tracto respiratorio. Piensan que puede simplemente saltar a los pulmones por secreciones nasales infectadas que una persona susceptible aspira o inhala.
Casi la mitad de los adultos estadounidenses tienen afecciones médicas subyacentes que podrían ponerlos en riesgo de un caso más grave de COVID-19. Un estudio de adultos en más de 3.000 condados encontró que el 47% tenía al menos una de las cinco condiciones: EPOC, enfermedad cardíaca, enfermedad renal crónica, diabetes y obesidad.
Usar correctamente la mascarilla
Además de no dejar expuesta la nariz, hay otras recomendaciones a la hora de usar la mascarilla que nunca está de más recordar. Los expertos sanitarios insisten en que tienen un derecho y un revés. En el caso de las quirúrgicas, las recomendadas para la población en general, la parte oscura va hacia afuera y no debemos tocarla con las manos. Al ponérnosla y quitárnoslas hay que cogerlas por las tiras que enganchan en la oreja y si tienes el pelo largo recogerlo antes en una coleta. No se deben usar más de cuatro horas y no son reutilizables.
Si llevamos una mascarilla de tela casera hay que tener claro que al guardarla debemos hacerlo en una bolsa transirable –o mejor sobre de papel dadas las altas temperaturas- que aísle la mascarilla del resto de objetos, según explica la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR). A la hora de lavarlas hay que hacerlo con agua caliente. El SEPAR recuerda que las mascarillas son unipersonales, es decir, no se deben compartir.
Sea como sea la mascarilla, nunca debemos dejarla tras su uso sobre una mesa, ni rozar otros objetos. Si estamos infectados con coronavirus podríamos pasarlo a esas superficies. Tampoco vale llevarla en la barbilla, colgada de la oreja o en el codo.
Y no hay que olvidar que la mascarilla no nos exime de mantenernos en guardia. Se deben mantener otras medidas de seguridad frente al COVID-19 como evitar abrazos y contacto con otras personas, lavarnos las manos muy bien y con frecuencia y usar gel hidroalcohólico.