La inmunóloga Margarita del Val, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, cree que las medidas adoptadas por la Comunidad de Madrid para enfrentarse a la segunda ola de la pandemia de coronavirus son "tardías e insuficientes" sobre todo porque con la llegada del otoño, "entramos en una etapa muy mala" que obligará a tomar "medidas más fuertes para frenar la expansión de la enfermedad".
Para esta experta en inmunología viral, este otoño que acaba de comenzar podría darse una oleada "muy grave" de contagios si no cambia el comportamiento de la población, además de que no cree que la vacuna llegue en estos próximos meses.
Su advertencia de este verano durante una conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sigue igual de viva: "Nos tenemos que preparar para el otoño". Por ello se ha mostrado partidaria de tomar "decisiones concretas, más que medidas genéricas y ha apostado por un confinamiento selectivo "de personas, no por áreas".
Del Val es partidaria de medidas concretas como hacer un seguimiento de los casos positivos y de sus contactos, "de aislarlos y facilitarles residencias medicalizadas para que no se queden en casa y contagien a toda la familia porque solo tienen un baño"; de asegurar un transporte público "frecuente y seguro" para todas las personas que tienen un trabajo presencial, o blindar las residencias sin visitas, una medida "muy dura" con consecuencias para la salud mental de los ancianos pero que es "la única manera de protegerles".
A su juicio, los confinamientos por áreas o zonas solo son útiles en pueblos pequeños, pero en las grandes ciudades, como Madrid, "creo que el confinamiento no es eficaz. En Madrid tendría que hacerse la otra gran medida que anunciaron hace una semana, la de los nuevos test de antígenos "aunque llevamos ya dos días y aun no han podido empezar", y ello a pesar de que son muy buenos, prometedores y más baratos y de lectura rápida en 15 minutos.
"Eso ayudará", afirma Del Val, "si lo hacen en dos fases, primero a todas las personas y después, pasado el periodo de incubación de 14 días, una segunda a todos los que han dado negativo para dar tiempo al virus a dar la cara".
Para esta experta es importante identificar rápido a los contactos de los positivos, tanto en sus áreas de residencias como en sus trabajos y que los contactos. Del Val reclama que se facilite residencias medicalizadas a los que se obligue a aislarse para no contagiar a los familiares más vulnerables: a estas personas "hay que ayudarles, no se les puede culpar por la presencia de la pandemia".
"Esta selectividad sobre las personas sería mucho más eficaz -ha subrayado Del Val- y aunque requiere más recursos, también sería más rentable".
Tampoco es partidaria de cerrar los parques: "me parece un error". "Igual no hemos transmitido suficientemente bien la idea de que el ejercicio es bueno para todo, tanto para la salud mental como para el sistema inmunitario, por lo tanto sería bueno abrirlos controlando que no haya aglomeraciones", asegura.
"No hace falta ser muy listo ni tener una bola de cristal para darse cuenta de que nos están anunciando nuevas restricciones para detener esta segunda ola de contagios", afirma.
Para combatir esta pandemia, "tenemos que trabajar y remar todos en la misma dirección porque a los políticos les vamos a votar por lo que hagan, no por lo que nos prometan. Espero que se den cuenta de que la intervención temprana es la mejor y la menos impopular y que cuenten con los científicos para ayudarles", concluye.