Mandarinas vs. naranjas: el cítrico que recomiendan los expertos
La OCU sugiere esta opción especialmente para los niños
Es temporada de mandarinas y los expertos lo tienen claro: es el cítrico más recomendable, sobre todo para los más pequeños.
Y es que esta fruta, rica en azúcar sano, se compone de entre 8 y 15 gajos ricos en semillas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda las múltiples propiedades de que tiene esta fruta, ahora, en el momento más recomendable para consumirla.
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Si se compara con la naranja, la reina de los cítricos, las mandarinas suelen gustar más a los niños, por dos cosas fundamentales: su sabor, más dulce, pues es rica en azúcar saludable, no artificial ni añadida, y la facilidad con las que pueden pelarse, según informa News Republic.
Clementinas, híbridos y satsumas
Hay varios tipos de mandarinas, en concreto tres: clementinas, híbridos y satsumas.
Para diferenciarlas es importante saber que las clementinas, las más conocidas, tienen un color naranja más intenso y su forma es esférica y aplanada. Además, no tienen semillas y se pelan con mayor facilidad.
Los híbridos tienen un tono naranja rojizo y son de mayor tamaño. Son más difíciles de pelar y tienen mucho zumo.
Por último las satsumas son de color amarillo anaranjado y su piel es rugosa y gruesa. No tienen semillas.
Muchas vitaminas y pocas calorías
La mandarina es rica en vitamina C -aunque en menor cantidad que las naranjas-. También poseen provitamina A y aportan grandes cantidades minerales como calcio y magnesio.
Por otra parte, aportan una mínima cantidad de calorías por su alta proporción de agua.
Para quienes se hayan visto encantados con las múltiples propiedades que tiene este fruto deben saber cómo conservarlas adecuadamente. Son frutas que una vez que se recogen interrumpen su maduración, por eso cuando se vayan a comprar, si están demasiado verdes, es mejor no adquirirlas, puesto que no mejorarán su aspecto, aunque se conserven a temperatura ambiente.
Los cítricos, en general, deben conservarse en un lugar fresco. Si no se van a consumir pronto, aguantan bien las temperaturas de la refrigeración, por lo que se recomienda guardarlos en la parte menos fría de la nevera.