Las escenas de las aglomeraciones en Gorliz volvieron a demostrar que hay jóvenes que siguen sin mentalizarse en que los botellones sin mascarillas y distancia social son un riesgo. Cierto que la mayoría de los ciudadanos respetaron la noche de San Juan, donde se vieron playas vacías. Pero no fue así en el pinar de Gorliz, en Vizcaya.
La quedada multitudinaria dio como resultado un macro botellón con varios casos de coma etílico. De hecho, dos chicas menores de edad tuvieron que recibir asistencia médica y ser hospitalizadas tras sufrir un coma etílico por el consumo excesivo de alcohol. Nagore Utxupi, alcaldesa de Gorliz, ha asegurado que "si hubiésemos tenido más hondartzainas que vigilen y controlen el pinar y la playa esto se habría detectado y no habría pasado". No quiere cerrar el pinar la alcaldesa porque lo considera una injusticia para todas las personas que hacen un uso correcto del mismo.
Un usuario de Twitter lo ha denunciado a través de su perfil en la red social. "Aglomeraciones en Gorliz. Jóvenes que no respetan a las autoridades se aglomeran y se dispersan continuamente, obligando a la Ertzaintza a venir continuamente". Y las imágenes causan pavor.
La Noche de San Juan ha terminado también con dos focos de botellón en Valladolid con en total 36 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública en el Camino del Cabildo y la Calle Haya, según han informado la Policía Municipal. Las denuncias conllevan una multa de acuerdo a la ordenanza para la prevención del consumo de alcohol que ascender a los 300€. Pero la realidad es que hoy las playas tras al noche de San Juan han amanecido limpias como nunca. Civismos e incivismo conviviendo en una época de coronavirus en la que sabemos que los errores y la falta de rigor se paga con rebrotes.