El avance de la vacunación contra la covid19 se relentiza semana tras semanas. Los datos de inmunización entre la población comprendida entre los 5 y los 11 años no crecen con la rapidez requerida y nos enfrentamos a una situación paradójica en la que la segunda dosis inmunizante llega cuando solo algo más del 55 por ciento de este grupo ha recibido su primer pinchazo. Algo similar ocurre entre los mayores de 70 años en los que muchos de ellos aún no han recibido la tercera dosis de refuerzo, según informa El País analizando los datos suministrados por el Ministerio de Sanidad.
El cansancio de la población por la excesiva duración de la pandemia está haciendo mella en la lucha contra la misma. A pesar de la alta contagiosidad de la variante ómicron, comunidades autónomas como Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura no han aplicado la exigencia del certificado covid digital para el acceso a lugares de ocio, hostelería o eventos. En el resto, la aplicación de la norma ha sido testimonial y mucho más laxa de lo que demandaban los responsables sanitarios.
El uso de mascarillas en espacios exteriores también ha sido muy contestado por varias regiones que se han mostrado contrarias a su aplicación al tiempo que han criticado el levantamiento de una norma que ha sido avalada desde el comienzo de la pandemia de covid-19 como una herramienta eficaz para detener el avance de los contagios.
El ministerio de Sanidad informaba este lunes que un total de 1.827.795 niños de 5 a 11 años ya han recibido su primera dosis, lo que supone 8.143 más que el viernes (1.819.652) y el 55,6 por ciento de la población menor de 12 años en España, tras el inicio de la vacunación el miércoles 15 de diciembre.
El diario de Prisa apunta a varias explicaciones, entre ellas que la altísima incidencia de la enfermedad en este grupo etario ha supuesto que nueve de cada diez menores de entre 5 y 11 años se contagió de covid-19 durante el periodo de mayor número de positivos registrados en Cataluña.
Eso explicaría también el desajustes entre primeras y segundas dosis de la vacuna en los menores de 11 años y mayores de 5.
No hay que olvidar la creciente resistencia de muchos padres para vacunar a sus hijos. Aunque en principio se mostró el apoyo de los progenitores a la inmunización de los pequeños, el aumento de respuesta unido a los problemas surgidos han llevado a muchas familias a plantearse la necesidad de la segunda dosis.
Ello se debe en parte a la percepción de que el contagio entre los menores cursa con síntomas leves y a que la vacunación por sí misma no impide el contagio.
Recientemente han trascendido sentencias de jueces que usando estos argumentos han mostrado dudas sobre la necesidad de vacunar a los hijos de la pareja en una disputa que cada vez es más común.