Consumir vitamina C es básico para mantener un sistema inmunológico fuerte, así como para evitar anemias y otro tipo de enfermedades. No solo se trata de reducir los efectos de resfriados, gripes y demás enfermedades respiratorias, sino de garantizar un crecimiento y desarrollo normales, ya que el consumo de vitamina C interviene en la reparación de tejidos de todo el cuerpo. La vitamina C actúa también como un potente antioxidante, siendo de gran utilidad para evitar el cáncer, enfermedades cardiovasculares, artritis... ¿Cuáles son lo alimentos con más vitamina C?
Existen importantes riesgos para la salud asociados a la falta de consumo de vitamina C. No se trata solo de que su consumo sea conveniente para reforzarnos, sino que es necesario un aporte diario de esta vitamina. En los casos de carencia grave nos encontraríamos con una enfermedad llamada escorbuto, afortunadamente poco frecuente y asociada a casos de malnutrición severa.
Entre los efectos de la carencia de esta vitamina se encuentran cansancio y debilidad; encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes; hemorragias en la piel; otras hemorragias (por ejemplo, sangrado nasal, sangre en la orina o en las heces, estrías hemorrágicas debajo de las uñas o hemorragias subperiósticas); demora en la cicatrización de las heridas; y anemia. Además, la vitamina C aumenta la absorción de hierro, de manera que su carencia influye en la reducción de la anemia por carencia de hierro.
En general, son ricas en vitamina C todas las frutas y verduras, aunque en distinta proporción. Las frutas que tienen las mayores fuentes de vitamina C son, entre otras:
Por su parte, las verduras que son las mayores fuentes de vitamina C incluyen:
Además, algunos cereales y otros alimentos vienen enriquecidos o fortificados con vitamina C, es decir, se les agrega este componente de forma artificial. Por último, es importante tener en cuenta que cocer los alimentos ricos en vitamina C o almacenarlos durante un período de tiempo largo puede reducir el contenido de esta vitamina, y lo mismo se aplica a su exposición a la luz. Para evitarlo es mejor cocinar este tipo de alimentos en microondas o al vapor, o consumirlos crudos siempre que sea posible.