El éxodo de los madrileños es una preocupación que han mantenido a raya los agentes de policía, que han hecho controles en todas las carreteras de salida desde que comenzó la cuarentena y en los días más ‘peligrosos’. Madrid se ha convertido en el gran epicentro de la expansión del COVID-19 en España y, por ello, no se deben hacer bromashacer bromas como la que hizo este mal ciudadano de 62 años en las redes sociales.
El pasado jueves 9 de abril, el Jueves Santo de la Semana Santa, Antonio B.D., un madrileño que reside en Torrevieja desde el mes de enero (antes de que se decretara el estado de alarma), se inventó en un vídeo que se ha había saltado todos los controles, que había burlado a la policía y llegado a Torrevieja, junto con otros 4000 madrileños más, para infectar a todos los habitantes del coronavirus, que ya sabemos que es mortal y muy contagioso.
Antonio B.D fue acusado de un delito de odio y, aunque el juez de guardia de Torrevieja le dejó en libertad, se le ha exigido expresamente que se marche de la zona y regrese a su anterior residencia. El magistrado justifica la medida cautelar por "la situación generada por la conducta del investigado, que podría suponer que la población de Torrevieja tomase acciones violentas o represalias contra el mismo, por el mensaje difundido en redes sociales" y ante la "gravedad de unos hechos innegables”.
Aunque el madrileño pidió disculpas y dijo sentirse "muy arrepentido", la cantidad de insultos y mofas que dirigió a los torrevejenses ha hecho pensar a las autoridades que el enfado de los mismos podría provocar situaciones complicadas.
Por este delito, no ha sido ingresado en prisión, pero el acusado tendrá que presentarse en los juzgados de su nueva localidad siempre que sea requerido, además de entregar el pasaporte y tener la obligación de no salir del país.