La compañía estadounidense Johnson & Johnson, fabricante de dispositivos médicos, productos farmacéuticos, de cuidado personal, perfumes y para bebés, fundada en 1886, ha declarado en quiebra una subsidiaria recién creada a la que transfirió hace unos meses las decenas de miles de reclamaciones legales que alegaban que su polvo de talco para bebés y otros productos a base de talco causaban cáncer.
Concretamente, y tal y como recoge 'Con Salud', la compañía puso estas reclamaciones en la entidad llamada LTL Management LLC.
Decenas de miles de demandantes han alegado que J&J's Baby Powder y otros productos de talco contenían asbesto y causaban cáncer, lo que la multinacional niega. Los demandantes incluyen mujeres que padecen cáncer de ovario y otras que luchan contra el mesotelioma (forma rara de cáncer que se desarrolla a partir de células transformadas originarias del mesotelio, el revestimiento protector que cubre muchos de los órganos internos del cuerpo).
J&J ejecutó la reorganización corporativa a través de una maniobra legal contenciosa conocida como quiebra de dos pasos de Texas, una estrategia que han utilizado otras compañías que enfrentan litigios por asbesto.
En ese proceso, un negocio de J&J se dividió en dos mediante una denominada fusión divisional. Esa transacción creó LTL, la nueva entidad cargada con los pasivos de talco de J&J, según documentos judiciales presentados. La compañía apuntó que los casos de talco se detendrían mientras LTL navega por los procedimientos de quiebra.
Los costes de la firma para defender casi 40.000 casos se han acercado a los 1.000 millones de dólares (861,12 millones de euros). Los acuerdos y veredictos le han costado a Johnson & Johnson alrededor de 3.500 millones de dólares (3.014,12 millones de euros) más. Los abogados de los demandantes condenaron la declaración de quiebra. "El truco de la bancarrota es tan despreciable como descarado y un abuso desmedido del sistema legal", han denunciado.
Una investigación de 2018 descubrió que Johnson & Johnson conocía durante décadas que el asbesto, un carcinógeno conocido, acechaba en su talco para bebés y otros productos cosméticos de talco.
La compañía dejó de vender talco para bebés en Estados Unidos y Canadá en mayo de 2020, en parte debido a lo que llamó "información errónea y acusaciones infundadas" sobre el producto a base de talco. No obstante, pese a las miles de demandas, J&J sostiene que sus productos de talco para el consumidor son seguros.
El pasado mes de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a escuchar la apelación de la compañía de un fallo de la corte de Missouri que resultó en 2.000 millones de dólares (1.722,31 millones de euros) en daños otorgados a mujeres que alegaban que el talco de la compañía causó su cáncer de ovario.