El síndrome posvacacional es tendencia -trending topic, como dicen ahora- estos primeros días de septiembre. Cada año por estas fechas cae la misma losa a la espalda de millones de personas que, a pesar de saberse afortunados por tener un puesto de trabajo, no pueden evitar sentir malestar, frustración o ansiedad por tener que volver al “tajo” después de las vacaciones de verano.
Sacar justo ahora el tema de la felicidad en el trabajo puedes sonar irónico para muchos. A mí, sin embargo, no se me ha ocurrido un mejor contexto que este para hablar con Joaquín Viñas, un verdadero experto en ayudar a las personas a mejorar el bienestar en su trabajo.
Viñas -formador en empresas y conferenciante desde hace casi una década- sabe bien de lo que habla porque él estuvo ahí. Él es el primero que estuvo en ese lugar oscuro en el que uno se siente profundamente infeliz en su trabajo a pesar de ganar mucho dinero y de tener el reconocimiento que siempre anheló. De ese lugar oscuro, de esa crisis, surgió un nuevo Joaquín Viñas con un nuevo propósito: ayudar a las personas a ser más felices en su trabajo.
Pregunta: Estos días vemos tantas personas son el síndrome posvacacional, desmotivadas, tristes, frustradas ¿Por qué parecen tan incompatibles las palabras trabajo y felicidad?
Respuesta: Claro…primero tendríamos que empezar por definir qué es la felicidad en el trabajo, porque es comprensible que alguien que esté trabajando diga que esto de la felicidad en el trabajo es imposible (…) Yo te compartiré lo que significa para mí felicidad en el trabajo. Y, para mí, tiene que ver con un sentimiento de bienestar que está derivado de realizar tu trabajo. Este ‘estar derivado de hacer tu trabajo’ no significa que en todo momento tengas que estar riéndote, que tengas que estar divirtiéndote -que ese es uno de los errores de pensamiento más comunes sobre la felicidad- que se piensa que tienes que estar divirtiéndote…Pero no tiene por qué. Lo que es importante es que tú te sientas bien haciendo tu trabajo, que cuando llegue el final del día, tú digas; “oye por hoy me siento bien por lo que he hecho”. Y alrededor de esto hay muchas cosas que influyen en nuestro bienestar. Pero la clave de todo esto es: qué es lo que yo puedo hacer para sentirme bien en el día a día en mi trabajo, para que yo me sienta de algún modo satisfecho.
P: Felicidad no es sinónimo de estar siempre contentos…
R: Fíjate que muchas veces cuando se habla de felicidad en el trabajo de una manera más superficial, es cuando, por ejemplo, se comenta que si hay una mesa de ping-pong en no sé qué empresa, o los famosos futbolines, o si se hace un afterwork o si se hacen eventos sociales incluso durante el día…Pero fíjate: todos esos momentos son momentos en los que no estamos trabajando. Y esto es muy importante, o sea, lo que no puede ser es que yo me lo pase bien cuando juegue a ping-pong, pero que vuelva otra vez a mi sitio de trabajo y esté sufriendo.
P: La felicidad en el trabajo tiene entonces que ver con otras cosas…
R: En este concepto de felicidad en el trabajo, la parte importante es qué es lo que yo hago, que al final a mí me hace sentir bien en mi trabajo. Y lo que nos dicen los grandes expertos, tiene que ver con mi capacidad de tener un impacto positivo en otras personas o el famoso propósito: por qué hago lo que yo hago.
P: Por ejemplo…
R: Por ejemplo, tú eres periodista y seguro que tienes que tener tus ingresos para vivir, pero hay algo detrás que te hace hacer lo que haces..especialmente tú que quieres llevar un mensaje a la sociedad y que mi sensación es que de algún modo tú quieres influir positivamente. Y entonces dices, “bueno, si yo puedo hablar del bienestar, de la felicidad de las personas o de una temática que pueda ayudar a otras personas”… ¡pues esto es lo que te mueve! Pero esto no quita que tú y yo y todos, podamos tener un mal día, o que durante el día tengamos que hacer cosas que no me gustan, que me son incómodas…pero al final del día puedes decir: “Pues yo me siento bien haciendo lo que hago y estoy satisfecho con el trabajo que hago” (…) A veces es un oxímoron eso de la felicidad en el trabajo; es que claro, si pensamos que la felicidad en el trabajo es pasarlo bien y estar todo el día alegre, pues desde luego que eso es imposible. Ahora, que nos podamos sentir bien como consecuencia de nuestro trabajo… eso sí que es posible.
P: Entiendo que para lograr esa ansiada felicidad en el trabajo es fundamental que podamos conectar con el sentido de nuestro trabajo, con el propósito, con eso que nos mueve…
R: Hay una parte que es efectivamente el sentido y es una parte muy importante de que nos sintamos bien, pero hay muchas más. Porque mira, si yo encuentro sentido a mi trabajo, pero estoy estresado continuamente todo el día, va a ser muy difícil que sea feliz. Si no tengo un equilibrio, va a ser muy difícil ser feliz en el trabajo por muy claro que yo tenga el sentido ¿no? entonces, el sentido nos ayuda a un medio y largo plazo, pero hay otras cosas (…) Otra cosa es, por ejemplo, cómo puedo mejorar mi actitud positiva, como puedo mejorar el tratar de ver el lado positivo de las cosas especialmente cuando parece que todo se desmorona y que de esta no voy a salir. La psicología positiva nos da muchas herramientas ahí. La inteligencia emocional, bueno pues no está directamente ligada con tener un sentido o no, pero me ayuda gestionar las emociones especialmente en los momentos difíciles. Entonces, lo que trabajamos en las sesiones son diferentes herramientas (…) El objetivo es que al final de la sesión y del programa yo pueda gestionarme mejor, siempre desde la propia responsabilidad, para poder estar mejor en mi trabajo.
P: Me pregunto si las personas que participan en tus formaciones se abren a estas herramientas de felicidad en el trabajo…me refiero a que creo que en el fondo, aunque nos guste nuestro trabajo y le hayamos encontrado ese sentido, la mayoría vivimos el trabajo con resignación, no como una vía para alcanzar la felicidad…
R: Es que nos han educado para hacer carreras y tener trabajos que nos ayuden a ganarnos la vida y no tanto para tener trabajos que conecten con lo que a nosotros nos gusta. Entonces, lo que nos encontramos es que hay muchas personas que están desubicadas. Y cuando digo desubicas es que no están en el lugar donde podrían rendir mucho más. En esos casos, lo que ocurre, es que yo he estado de vacaciones, donde he estado muy a gusto, pero ahora me encuentro con que tengo que volver a un lugar donde lo que tengo que hacer no me gusta nada…
P: En los años que llevas como formador en empresas ¿te has encontrado con muchas personas desubicadas? Me refiero a que su infelicidad en el trabajo tenía que ver con esto.
R: Sí, sí lo he visto. Hay sesiones en las que las personas se dan cuenta de que están desubicadas. Yo no les descubro nada, esto es algo que llevan dentro, lo que pasa es que tocas unas temáticas, como el propósito, en las que algunas personas dicen: “¿pero yo que estoy haciendo aquí?” Y estos momentos son delicados para las personas. A la vez son momentos de insight, de darme cuenta de algo.
P: Eso es justamente lo que te pasó a ti…
R: Sí, yo soy una de ellas, esto es lo que me sucedió a mí. Afortunadamente tuve una crisis que fue lo que a mí me despertó. Pero esto que decimos…es tan habitual…y yo soy el primero que pasó por eso (…) Es algo muy bonito, pero es doloroso para la persona. Todos los que hemos sufrido un cambio así lo sabemos, pero a la vez es muy positivo, cada vez hay más conciencia sobre esto.
P: También la pandemia ha influido mucho en este 'despertar de conciencias sobre la importancia de estar bien en el trabajo'. Las empresas quieren que sus empleados estén bien, y muchas empiezan a ofrecer este tipo de formaciones.
R: Ahora sucede algo que ya se demostró con la generación milenial, y es que ellos tienen otras prioridades diferentes a los que estamos en la generación X, porque para ellos sí que es importante ser felices. Y si la generación X la podríamos definir como la del crecimiento rápido, la meritocracia, el ‘yo trabajo mucho y eso significa que yo voy a crecer’…para los milenials no es tan importante esto.
P: Ahora ya no suena tan raro eso de pretender encontrar la felicidad en el trabajo…
R: Hace unos años pensaba que me iban a tomar por loco por hablar de felicidad en el trabajo, pero he visto una gran evolución en los últimos 6 años. Por un lado es por los milenials, que se han incorporado al mundo laboral y tienen bastante más claro que las generaciones anteriores lo de la importancia de sentirse mejor. Pero, además, la generación X, cuando hemos pasado los 40, hemos valorado las cosas de forma diferente. Y creo que las dos cosas se han combinado y cada vez hay más conciencia de querer esta bien en nuestro trabajo. Quizás, la combinación de todo ello es lo que ha ayudado a este movimiento...