No llegan buenas noticias de EEUU. La combinación entre la gripe y el coronavirus puede provocar una crisis de salud aún más grave de la que ahora se está viviendo. Son confesiones del director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en The Washington Post.
"Existe la posibilidad de que el asalto del virus en nuestra nación el próximo invierno sea aún más difícil que el que acabamos de atravesar", dijo el director de los CDC, Robert Redfield. "Vamos a tener la epidemia de gripe y la epidemia de coronavirus al mismo tiempo", agregó, prediciendo un doble asalto al sistema de atención médica.
Si bien hay vacunas para ayudar a prevenir la gripe y medicamentos para ayudar a tratarla, a diferencia del nuevo coronavirus, que todavía no tiene un tratamiento o vacuna aprobados, sigue siendo una infección que provoca miles de muertos. La temporada de gripe ha estado en marcha desde septiembre, y aunque la actividad de la gripe ahora se considera baja, la temporada ha visto un alto número de hospitalizaciones e infecciones, matando al menos a 168 niños, según los CDC. El año pasado, la gripe mató al menos a 34.200 estadounidenses, según los CDC, y enfermó a unos 35,5 millones de personas.
Hacer que tanto la gripe como el coronavirus circulen al mismo tiempo podría abrumar a los hospitales que ya están saturados en temporadas con gripes altas. Los comentarios de Redfield se producen cuando varios gobernadores buscan reabrir parcialmente las economías de sus estados al aflojar algunas restricciones destinadas a limitar la propagación del virus, a pesar de las preocupaciones de los aumentos posteriores en los casos de coronavirus.
De hecho la división respecto al coronavirus existe en EEUU. Ha habido manifestaciones en varios estados contra las órdenes de los gobernadores y el presidente Donald Trump los alentó a "LIBERAR" a sus estados en tuits. Cuando se le preguntó acerca de las protestas y las llamadas posteriores para abrir estados antes, Redfield dijo que no lo consideraba una medida útil.
Mientras Trump dio a conocer la guía la semana pasada para ayudar a los estados a aflojar sus restricciones de distanciamiento social, Redfield pidió que los funcionarios estatales pasen los próximos meses preparándose para la próxima fase y apostó por el distanciamiento social, el aumento de las pruebas y el rastreo de contactos para evitar contagios.
Mirando hacia el futuro, Redfield citó la necesidad de una campaña preventiva para enfatizar la importancia de las vacunas contra la gripe para reducir las hospitalizaciones. Dijo que vacunarse contra la gripe "puede permitir que haya una cama de hospital disponible para esa madre o abuela que puede contraer coronavirus".