Este lunes Italia registró por primera vez desde que comenzó la pandemia de coronavirus un descenso con respecto al día anterior en el número de casos positivos activos del virus, mientras la cifra de contagios supera ya los 180.000.
Así, actualmente hay 108.237 casos positivos activos, 20 menos que los que había la víspera. En total, Italia suma ya 181.228 casos del nuevo coronavirus, mientras que en el último día ha sumado otros 454 fallecidos, por lo que son ya 24.114 las personas que han muerto por la enfermedad.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha emitido un comunicado a través de sus redes sociales donde ha explicado que el Gobierno continúa sin parar le gestión de la 'fase dos' de la lucha contra el coronavirus, coordinado y asistido por un equipo de expertos que le aconseja en las medidas adecuadas.
De esta manera, el líder italiano ha informado a sus ciudadanos que están trabajando sin descanso en la elaboración de este plan, y que cuando acaben las medidas restrictivas impuestas hasta el momento, que están impuestas hasta el 3 de mayo, podrá comenzar a aplicarse esta nueva fase.
Sobre ella no ha aportado muchos más datos, pero ha asegurado que a finales de esta semana espera poder comunicar con todo detalle cómo se llevará a cabo, admitiendo que espera la unidad de todos para lograrlo: "Debemos marchar unidos y mantener el espíritu de comunidad alto. Esa es nuestra fuerza".
Con respecto a las medidas que se tomarán, el primer ministro ha querido lanzar un mensaje de prudencia: "En esta fase no podemos permitirnos actuar confiando en la improvisación", y ha querido aclarar que la relajación de las medidas se realizará siempre en base a "un plan bien estructurado y articulado".
Conte también ha querido hacer hincapié en el esfuerzo que todos los italianos están realizando, y entiende que muchas personas "desearían una relajación significativa de estas medidas o incluso, su total abolición", pero ha aclarado que "tal decisión sería irresponsable. Subiría la curva de contagio de forma incontrolada y destruiría todos los esfuerzos que hemos hecho hasta aquí".
Por todo ello, en el comunicado el ministro ha querido pedir paciencia, ha pedido tiempo para poder gestionar de manera correcta la nueva fase a la que se enfrentan y ha presumido del gran trabajo que el país entero está realizando: "Podemos estar orgullosos de cómo nos enfrentamos a esta dura prueba".
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha insistido en que "la batalla no está ganada" y "el peligro no ha pasado". Si se comete el "error" de pensar así, ha advertido en una entrevista radiofónica, "terminaremos por hacer que los sacrificios enormes que han hecho los ciudadanos hayan sido en vano". Las medidas adoptadas, ha sostenido, "han permitido salvar las vidas de miles de personas".
Speranza ha celebrado los "datos alentadores" que hay, en particular que la presión sobre los hospitales haya remitido en las dos últimas semanas y sobre todo en las UCI. "Es una tendencia que va en la dirección adecuada" pero la lucha contra la pandemia continúa, ha insistido, subrayando el "altísimo precio" que ha tenido que pagar Italia, "y la gran mayoría de los países del mundo".