Investigadores de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud), han descubierto dos nuevas especies de bacterias patógenas para el ser humano, un hallazgo "altamente inusual" que sitúa a Euskadi "en el mapa internacional de la microbiología". Este hallazgo ayudará a comprender el comportamiento de bacterias similares y servirá para mejorar el tratamiento de las enfermedades que provocan.
Las dos nuevas especies de bacterias, descubiertas por integrantes del Servicio de Microbiología de la Organización Sanitaria Integrada Donostialdea de Osakidetza, han recibido los nombres de Nocardia gipuzkoensis y Nocardia barduliensis en honor a Gipuzkoa y Bardulia (denominación antigua inscrita en el escudo de esta provincia).
Se trata, en ambos casos, de bacterias aisladas de pacientes guipuzcoanos, ha precisado el sistema vasco de salud.
La importancia de este descubrimiento, que destaca además por la rareza de describir dos nuevas especies a la vez, radica en que ayudará a comprender mejor la patogenicidad y tratamiento de estas bacterias y la epidemiología del género Nocardia.
Tras muchos meses de investigación, "las dos nuevas especies han quedado inequívocamente demostradas" y el trabajo ha visto la luz en la revista científica Microorganisms.
El largo y complicado proceso necesario para este descubrimiento ha sido efectuado por el equipo del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Donostia, del Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia, así como de la Universidad del País Vasco.
En el mismo ha colaborado personal investigador del Leibniz Institute DSMZ de Alemania, de la Universidad de Newcastle de Inglaterra y de la Universidad de Antofagasta de Chile.
Las dos nuevas especies se suman a la bacteria Nocardia donostiensis descrita por este mismo grupo de investigadores dirigidos entonces por el doctor Emilio Pérez Trallero. Esta bacteria fue la primera especie bacteriana descrita en Gipuzkoa denominada de esta manera por coincidir su descubrimiento con la Capitalidad Cultural Europea de San Sebastián.
El descubrimiento de una nueva especie bacteriana es un complejo proceso que puede durar años ya que debe comprobarse que la nueva especie ha causado enfermedad en al menos dos personas de dos países diferentes.
Su genoma deber ser analizado en profundidad (secuenciación del genoma completo, hibridación de ADN, comparación con todas las especies descritas de Nocardia y estudios filogenéticos), sus componentes detallados, efectuarse un análisis enzimático exhaustivo, estudiarse su perfil de resistencia antibiótica, ser depositada en bancos de cepas internacionales y, finalmente, ser aceptadas como nuevas especies mediante la publicación de estos resultados en una revista de prestigio internacional.