Un implante pionero a nivel mundial hecho en España puede poner fin a la vista cansada
Sería completamente compatible con la cirugía refractiva con láser en pacientes miopes e hipermétropes
Con la pandemia se han disparado los casos de vista cansada
El implante está compuesto por una lente difractiva fabricada con un material biocompatible
Un equipo de investigación de la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universitat de València (UV) y la Clínica Oftalmológica Aiken ha diseñado un implante, pionero a nivel mundial, que permitirá corregir la vista cansada, una condición ocular cuyo tratamiento ha pasado tradicionalmente por el uso de gafas, lentes de contacto bifocales o progresivas. Según explican ambas universidades, los investigadores, que han publicado su trabajo en la revista Scientific Reports del grupo Nature, han creado el primer implante intracorneal trifocal que, además de ser totalmente transparente, permitiría una buena visión de lejos, en distancias intermedias (ordenador, dispositivos móviles) y de cerca para personas con presbicia o vista cansada.
Los expertos alertan del creciente número de casos de miopía, ojo seco y otros problemas oculares en los últimos meses Hemos cambiado la oficina por el pequeño portátil, la pizarra por la pantalla y las actividades al aire libre por los interiores. Casi el 80% ciento de los oftalmólogos asegura que nuestra salud visual ha empeorado con estos nuevos hábitos.
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El investigador del Centro de Tecnologías Físicas de la UPV Juan Antonio Monsoriu ha destacado este implante "podría ser una alternativa para personas con presbicia que quieran olvidarse de las gafas o las lentillas".
"Además, sería completamente compatible con la cirugía refractiva con láser en pacientes miopes e hipermétropes, así como con posibles intervenciones posteriores de cataratas", ha señalado Monsoriu, quien ha destacado que lo que proponen es "totalmente nuevo" y "además no es incompatible con ninguna otra terapia ocular".
En este sentido, el doctor Salvador García-Delpech, de la Fundación Aiken, ha subrayado que este implante, al contrario de otros que hay actualmente, no impediría el estudio posterior de la retina o la mácula e incluso las intervenciones quirúrgicas si fueran necesarias en un futuro.
García-Depech ha añadido que en estos momentos, las pantallas, los móviles y los dispositivos electrónicos han pasado a ser una necesidad básica en nuestro día a día, y el número de personas que acuden a consulta solicitando eliminar la dependencia de las gafas para su vida diaria "no para de aumentar".
"Tengamos en cuenta además el 'efecto mascarilla', ya que mucha gente no puede ejercer su día a día con unas gafas empañadas por culpa del uso de las mascarillas y acuden buscando una solución práctica a dicho problema", ha explicado el doctor de la Fundación Aiken.
El implante está compuesto por una lente difractiva fabricada con un material biocompatible y, según el investigador del Departamento de Óptica y Optometría y Ciencias de la Visión de la Universitat de València, Walter D. Furlan, el material es "extremadamente delgado, por lo que se implantaría dentro el estroma corneal, básicamente sin afectar su estructura".
Cinco años de investigación
Pero la principal novedad del trabajo de los investigadores, que ha durado más de cinco años, es que este implante es el primer implante difractivo totalmente transparente, cuando hasta ahora el tratamiento para la vista cansada pasa por el uso de gafas, lentes de contacto bifocales y progresivas. Para los tratamientos quirúrgicos existen lentes intraoculares multifocales que generalmente sustituyen al cristalino y los implantes intra-corneales. En este último caso, actualmente, según explican los investigadores, hay de dos tipos: implantes de pequeña apertura e implantes refractivos.
“Los de primer tipo producen una extensión de la profundidad de foco con lo que se gana visión intermedia pero su eficiencia luminosa, al ser parcialmente opacos, es baja. Los de segundo tipo consiguen bifocalidad por lo que tiene un buen rendimiento para visión para lejos y cerca pero pierden calidad en distancias intermedias. Nuestro diseño, según las pruebas que hemos desarrollado, supera todos estos hándicap”, destaca Monsoriu.
En las pruebas realizadas por los investigadores, en las que evaluaron su calidad óptica comparándola con otro modelo utilizado actualmente en la práctica clínica, el implante demostró la viabilidad, en un proyecto cuyo siguiente paso es iniciar los ensayos en pacientes