El ministro de Sanidad, Salvador Illa, estima que "en el primer semestre del año que viene" podría estar disponible una vacuna contra el COVID-19 que proteja a la población. Hasta entonces, los ciudadanos tendrán que acostumbrarse al concepto de la 'nueva normalidad, consistente en mayor distancia social, lavado de manos e higiene de espacios públicos y privados.
Así lo ha manifestado el ministro durante su comparecencia semanal en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. "La comunidad científica internacional está trabajando a contrarreloj para descubrir un nuevo tratamiento o desarrollar una vacuna. Por las informaciones que nos llegan, en el primer semestre del año que viene parece que podría haber una vacuna disponible. Y también puede haber algún tratamiento que se muestre eficaz. Pero por el momento no hay nada de esto", ha argumentado.
Mientras tanto, toca adaptarse a esa 'nueva normalidad', lo que significa distintos comportamientos y costumbres. "No podremos relacionarnos como antes. Necesitaremos distanciamiento personal, lavado de manos, higiene de espacios públicos y privados hasta que no haya una vacuna o un tratamiento. Habrá que comportarse de forma diferente a como lo hacíamos antes", ha explicado, tras reclamar al resto de grupos que colaboren en este sentido para "lanzar un mensaje lo más coherente posible".
Por otra parte, Illa ha insistido en defender la transparencia del Gobierno en el recuento de fallecidos. Así, ha argumentado que el informe del Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria (MoMo), que estima el exceso de muertes en un día en España con respecto a las series anteriores, lo elabora el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y se publica a diario.
Según el último informe, publicado este 28 de abril, del 17 de marzo al 27 de abril se han registrado 76.767 muertes, mientras se esperaban 46.383. Esto supone 30.384 más de las que se estimaban en un primer momento, un 65,5 por ciento de exceso de muertes. Illa ha afirmado que la forma de computar las muertes en España se realiza "de acuerdo con los protocolos" del Ministerio de Sanidad, es decir, "no en base a síntomas clínicos, sino a la prueba diagnóstica que confirma el COVID19". "Es lo que estamos haciendo, con información que nos proporcionan las comunidades autónomas", ha agregado.
Además, Illa ha anunciado que su Departamento "está trabajando" en anticiparse en la compra de vacunas para la próxima temporada de gripe, que se prevé a finales de año con la llegada de las temperaturas más frías, ante la situación del COVID-19, que también podría reaparecer alrededor de esas fechas según diversos científicos. "Estamos trabajando en ello. Tiene toda la razón cuando dice que hay que anticiparse a la compra de vacunas para la próxima temporada de gripe. En ello estamos en el ministerio", ha contestado a los diputados del Congreso de los Diputados.
Así se ha pronunciado tras conocerse este jueves que el Ministerio de Sanidad alemán ha puesto en marcha un proyecto para hacerse con 4,5 millones de dosis de vacunas contra la gripe para utilizarlas a finales de este año, en previsión de que un nuevo brote de coronavirus coincida con la temporada de gripe. Estas dos enfermedades presentan unos síntomas comunes, por los que, según los expertos, podrían confundirse y generar más problemas para discernir qué pacientes sufren de coronavirus o de la gripe común.