Hungría se convierte en el primer país de la UE que vuelve a cerrar sus fronteras por miedo a los rebrotes de coronavirus. Lo hace saltándose así las recomendaciones de Bruselas y sin habérselo comunicado a la Comisión Europea.
El país queda cerrado a todos los visitantes extranjeros, incluidos los del espacio Schengen para frenar así posibles contagios importados de covid-19.
Los ciudadanos húngaros sí que podrán regresar, siempre y cuando guarden cuarentena o den negativo dos veces en la prueba.
El objetivo del gobierno, que desoye las directrices de la Comisión Europea, es frenar el aumento de casos. El pasado domingo registró 292 casos confirmados, el número diario más alto desde abril y con origen principalmente extranjero.