El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida ha abierto este lunes una tercera planta para enfermos de coronavirus con tres ingresos nuevos, con una media de edad de 60 años, según ha explicado el responsable de la unidad COVID-19 de este centro, el doctor José Luis Morales-Rull.
En declaraciones a los periodistas, el doctor Morales-Rull ha asegurado que "estamos aguantando la presión asistencial" de los diversos brotes detectados en la comarca del Segrià y que la Unidad de Curas Intensivas "tiene capacidad aún" y se está ampliando el número de camas por si fuese necesario. Hasta hoy, este hospital tiene ingresados 55 pacientes COVID y tiene capacidad para albergar a otros 42, ha precisado el responsable médico.
La media de edad de estas personas ingresadas es de unos 60 años, muchos de ellos casos vinculados a la socialización que se ha producido desde el fin del confinamiento y con zonas hortofrutícolas. El sistema de salud, ha explicado, está preparado para las personas que están empadronadas pero el alud de temporeros, sin un domicilio concreto y que viven en situaciones de hacinamiento en ocasiones, ha dificultado el seguimiento de estos enfermos, ha referido.
"No es criminalizar al temporero, sino que las condiciones en las que viven hacen difícil las medidas de contención", ha considerado.
En este sentido, ha pedido que se piense en el hecho de que los temporeros cambiarán Lleida, en cuanto acabe la recogida de la fruta, por otros lugares en los que estas tareas se inician después.
El doctor Morales-Rull ha querido recordar a los ciudadanos que actúen "con sentido común, que usen la mascarilla, se laven las manos y guarden la distancia", unas medidas "básicas" que valen para todos.
Ha explicado que en el hospital leridano el perfil de los casos graves "es el mismo" que el observado en la primera oleada de la COVID-19, solo que ahora los sanitarios "hemos aprendido a identificar de forma precoz" los más graves y éstos no llegan a la UCI en muchos casos debido a la rapidez en la detección de los síntomas.