En el Día Internacional del Cáncer Infantil, este 15 de febrero, historias como la de Noé, un niño que fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda cuando tenía 9 años, dan cuenta de la trascendental y vital importancia de la investigación para la lucha contra la enfermedad. Sin ella, no hay futuro. Sin la investigación, no hay posibilidad de avanzar.
Hoy, “gracias al trasplante de médula ósea que recibió en el Hospital la Paz donde está la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas”, Noé ha conseguido superar la enfermedad y este 2021 cumplirá 14 años, como cuenta su madre, Natalia.
Agradecida a la investigación y al buen hacer del equipo de la unidad CRIS, liderada por el doctor Antonio Pérez, y con un extraordinario grupo detrás, la familia ha querido rendir un homenaje a ‘la Natural Killer, la célula que mata al cáncer’.
Concretamente, para apoyar los proyectos de investigación en cáncer infantil que lleva a cabo la unidad CRIS, han creado una joya solidaria, –que se puede adquirir como pulsera y como colgante–, en la que todos los beneficios obtenidos irán a parar a la lucha contra la enfermedad.
La joya, precisamente, representa este tipo de célula del sistema inmunitario, la célula NK (Natural Killer), "protagonista de algunas de las terapias más emblemáticas de los grupos de investigación de 'CRIS contra el cáncer', especialmente la Unidad CRIS de Investigación en tumores hematológicos del Hospital 12 de Octubre y la Unidad CRIS de Investigación Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil". Con ella, la familia de Noé pretende representar la esperanza en ese camino hacia la cura del cáncer.
Especializadas en la detección y destrucción de cualquier célula que presente características anormales, como las células infectadas por virus y células tumorales, ambas unidades de ‘CRIS contra el cáncer’ son "pioneras en España en el uso en pacientes de este tipo de células como refuerzos a la hora de combatir la enfermedad".
Tal como indica ‘CRIS contra el cáncer’, “son las células que se utilizaron en los primeros ensayos de la terapia celular del doctor Antonio Pérez para tratar a niños como Noé, con leucemia aguda o que no responden a ningún tratamiento”, y a menudo pueden ser la clave para la inmunoterapia del cáncer.
Por este motivo, hoy la investigación se afana en seguir trabajando para mejorar las terapias con las células NK, buscando "aplicar los avances más punteros para llegar al mayor número de pacientes, para hacerlas más efectivas y más seguras".
“El tratamiento con Natural Killer ha ido creciendo en la misma medida que lo ha hecho ‘CRIS contra el cáncer’ y representan lo que somos actualmente. De una promesa inicial, se han convertido en una realidad con potencial para cambiar el tratamiento del cáncer y la vida de los pacientes”, afirma Marta Cardona, directora de la fundación.
La fundación ‘CRIS contra el cáncer es una organización independiente nacida hace 10 años, sin ánimo de lucro y dedicada al fomento y desarrollo de la investigación para acabar con la enfermedad. Actualmente, financia 13 proyectos de investigación de cáncer adulto y pediátrico en España, Francia y Reino Unido, al tiempo en que trabaja impulsando becas de formación de investigadores.
Desde la Unidad de Producción de Medicamentos de Terapia Avanzada, un satélite de la unidad CRIS de investigación Traslacional de terapias avanzadas del Servicio de Hemato-Oncología Infantil del Hospital de La Paz, su directora técnica, Isabel Mirones, también explica a través de un vídeo la trascendencia de la investigación y hace hincapié en la necesidad de su financiación para poder seguir avanzando.
“Somos muchos satélites alrededor de la unidad CRIS y cada uno nos encargamos de una cosa. En esta unidad lo que hacemos es fabricar medicamentos especiales, porque no son medicamentos como los que estamos acostumbrados a recibir, a oír en los medios y demás. Son medicamentos basados en células y en genes; y en células modificadas genéticamente a partir de muchas veces las propias células de nuestro paciente, que es pediátrico o un adolescente”, explica.
En este sentido, ahonda, en su unidad, que es como “una pequeña planta de fabricación farmacéutica de unos medicamentos muy especiales”, con los estándares de calidad que exige la Agencia Española del Medicamento fabrican tratamiento “bien para apoyo o consolidación de la terapia convencional que están recibiendo algunos niños o bien cuando todas las opciones terapéuticas previas han fracasado”.
Concretamente, fabrican tanto las llamadas “células NK para el tratamiento de sarcomas infantiles y juveniles”, como “la terapia CAR-T, que se fabrica a partir de los propios linfocitos T del paciente”, para luego “modificarlas con un gen para que expresen un receptor que va a ir contra el tumor que tiene el pequeño”.
Para todo ello, su llamamiento es claro: “La importancia de la investigación, para nuestro trabajo en esta sala, es fundamental”. Y más que eso: “Vital”. Sin ella, incide, “esto no puede existir”.
“Nosotros trasladamos aquí dentro los desarrollos que se han hecho en investigación: el ensayo, la prueba-error, el trabajo de años, el pegarte con experimentos, pegarte con publicaciones, con revisores… que tu trabajo sea sólido y robusto para dar el paso final al ensayo clínico y fabricar el medicamento aquí. Esto no tendría sentido de ser ni podría existir sin toda la legión de compañeros que están en el laboratorio investigando. Sin eso nos quedaríamos con lo que hay, con lo que tenemos. Si no se hubiera investigado nos quedaríamos con los tratamientos contra el cáncer de hace una década. Sin la investigación no hay futuro. Si no se investiga, si no hay financiación para investigar, esto se cierra, es imposible continuar”, finaliza.