Gran paso para los xenotrasplantes: el riñón de un cerdo trasplantado con éxito en una mujer en muerte cerebral
La pionera operación, realizada en la Universidad de Nueva York, acerca el objetivo de emplear órganos animales en humanos
El cerdo tenía sangre tipo O, lo que lo convirtió en un donante universal
Los científicos durante décadas han soñado con el xenotrasplante: utilizar animales para solucionar la escasez de órganos
El 25 de septiembre, según reveló el martes el diario ‘USA Today’, cirujanos del centro Langone de la Universidad de Nueva York lograron trasplantar con éxito el riñón de un cerdo genéticamente modificado a una mujer que se encontraba en muerte cerebral. El órgano empezó a funcionar con normalidad casi inmediatamente y lo hizo correctamente durante las 54 horas que duró la observación. Aunque la pionera y exitosa intervención deja aún muchos interrogantes científicos abiertos se ha celebrado ampliamente como un hito y un avance importante en el campo de los xenotrasplantes, los que se realizan entre especies diferentes, rodeados asimismo un profundo debate ético.
La operación fue dirigida por el doctor Robert Montgomery, director del Instituto de Trasplantes de Langone. En ella se utilizó el riñón de un cerdo que había sido modificado para eliminar un gen que produce una molécula de azúcar (alfa-gal) que provoca una agresiva respuesta de rechazo en humanos. Esa modificación genética fue aprobada por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) en diciembre tanto para usos alimentarios como médicos. Según Montgomery, todo fue “mejor incluso de lo esperado”. No se produjo rechazo al órgano y siguió funcionando las 54 horas siguientes, hasta que se desconectó del respirador a la mujer.
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Tres años preparando un momento histórico
El doctor Robert Montgomery planeó el momento durante tres años. En una mesa de operaciones frente al cirujano de trasplantes había un cuerpo de mujer donado precisamente para este propósito. El riñón que estaba a punto de trasplantar provenía de un cerdo criado para este día. Si la cirugía funcionaba, mostraría que los órganos de los cerdos podrían usarse de manera segura para salvar vidas humanas. Las pinzas separarían su torrente sanguíneo del riñón de cerdo. Una vez que los soltara, el órgano se llenaría de sangre. En el peor de los casos, rápidamente se volvería azul, una señal de que sus "soldados" de inmunidad estaban llegando para luchar contra el órgano extraño.
Si el procedimiento funcionaba, el siguiente paso sería probar un órgano de cerdo en una persona viva, probablemente alguien con una esperanza de vida corta o cuya vida esté en peligro inmediato. "Nos va a dar la confianza de que algo no va a salir mal inmunológicamente en estos primeros días", dijo Montgomery mientras las enfermeras quirúrgicas preparaban la sala de operaciones. "Todavía estamos asumiendo mucho hasta que realmente hagamos esto".
El propio doctor que ha logrado el hito recibió un corazón hace tres años
La familia de la mujer en muerte cerebral con la que se hizo el ensayo había autorizado el ensayo previamente al considerar que a ella, donante y amiga de personas con insuficiencia renal sometidas a diálisis, le habría encantado participar. según desvela Usa Today. El propio doctor Montgomery vive con el corazón de un donante desde hace tres años.
Así narra el USA Today los momentos previos a un hito médico sin precedentes: el trasplante con éxito de un riñón de cerdo a un humano.
Los cerdos, cuyos órganos tienen aproximadamente el tamaño adecuado y se pueden criar fácil y rápidamente, son una alternativa prometedora. Pero no es nada fácil. Saltar la barrera de las especies es peligroso. En 1984, después de años de estudio, Leonard Bailey, cirujano de trasplantes del Centro Médico de la Universidad de Loma Linda en California, pensó que había superado el rápido rechazo de órganos extraños por parte del sistema inmunológico. Trasplantó un corazón de babuino a un bebé de 12 días que nació con un corazón deformado. Apodada "Baby Fae", murió 21 días después porque su tipo de sangre era incompatible con el del mono.
Aunque no tuvo éxito, la experiencia fue pionera. Al año siguiente, Bailey realizó el primer trasplante de corazón de persona a persona en un bebé. Bailey murió en 2019 a los 76 años; muchos de sus pacientes trasplantados le han sobrevivido.
El cerdo usado por el doctor Montgomery tenía sangre tipo O, lo que lo convirtió en un donante universal. La cirugía fue financiada con una subvención de 3.2 millones de dólares por United Therapeutics, una compañía de biotecnología con sede en Silver Spring, Maryland, involucrada en tratamientos para enfermedades pulmonares.
Un sueño cumplido
Los científicos durante décadas han soñado con el xenotrasplante: utilizar animales para solucionar la escasez de órganos disponibles para el trasplante humano.
Hoy en día, las personas que necesitan un riñón nuevo o un corazón nuevo tienen que esperar la tragedia de otra persona (un accidente de motocicleta, una sobredosis de drogas, un ahogamiento) para obtener un reemplazo. Más de 100.000 estadounidenses se encuentran en la lista de espera nacional para trasplantes de órganos, la mayoría por riñones, y alrededor de 6.000 de ellos mueren cada año. Otros nunca califican en absoluto o esperan años, a menudo padecen síntomas terribles, angustia emocional y un trato difícil.
El experimento de trasplante de riñón debería allanar el camino para ensayos en pacientes con insuficiencia renal en etapa terminal, posiblemente en el próximo año o dos, según dijo Montgomery a Reuters. Esos ensayos podrían probar el enfoque como una solución a corto plazo para pacientes críticamente enfermos hasta que esté disponible un riñón humano, o como un injerto permanente. Los participantes probablemente serían pacientes con pocas probabilidades de recibir un riñón humano y un mal pronóstico en diálisis.
"Para muchas de esas personas, la tasa de mortalidad es tan alta como para algunos cánceres, y no pensamos dos veces antes de usar nuevos medicamentos y hacer nuevos ensayos en pacientes con cáncer cuando podría darles un par de meses más de vida ", dijo Montgomery a la agencia. Los investigadores trabajaron con especialistas en ética médica, expertos legales y religiosos para examinar el concepto antes de pedirle a una familia acceso temporal a un paciente con muerte cerebral, dijo Montgomery.