El amor cura. Ya sabemos científicamente que el piel con piel funciona en los bebés y de una manera sustancial en los bebés primerizos. Pero la vida es un ciclo y también nuestros enfermos de covid, muchos de ellos mayores necesitan esa muestra de cariño y respeto para poder hacer frente a largas estancias en la UCI.
Está también demostrado que en estos estados sentir el amor y la cercanía de los otros cura. Como el cariño de los enfermeros y los médicos. El trato humano se convierte en una medicina más y se ha visto en estos tiempos de covid donde lo virtual ha tenido que tomar el sitio de lo presencial. De hecho, lo más duro de la pandemia puede haber sido ya las secuelas que dejará para todos los que no se han podido despedir de sus seres queridos antes de su adiós.
Eso no le va a pasar a Pepe, que lleva ingresado en la UCI por complicaciones en el estómago más de 50 días. Durante los 20 primeros no pudo encontrarse con sus familiares y ese peso hay que llevarlo. Esa soledad. Su hijo Gustavo reconoce a Nius que "con el covid se suspendieron todas las visitas y poco supimos de él durante las tres primeras semanas". Esa ausencia de seres queridos impactó en su salud, pero una idea surgió entre todos para levantarle el ánimo. ¿Por qué Gustavo no le tocaba con la guitarra su canción favorita, nada menos que '19 días y 500 noches' de Joaquín Sabina? No era la primera vez que en el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, se han puesto en práctica este tipo de estímulos. No es el único centro, en otros se lleva a los pacientes a ver el mar, por ejemplo. Porque el poder de los sentimientos y de nuestra mente puede ser tan efectivo como muchas medicinas.
Gustavo es cantante, por lo que no lo tuvo difícil y obviamente, por su padre, cualquier cosa. Así que no dudó en ponerse ante él y cantarle esa canción que tanto le gustaba en los conciertos. Media hora de concierto exclusivo. Y funcionó. El padre reaccionó al cariño de su hijo. La emoción les embargó a todos. Gustavo colgó en las redes el momento para que otras familias puedan imitarlo o hacer cosas semejantes. Porque, sí, curan. Y sanan la mente.