Un grupo de investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) ha determinado un mecanismo molecular específico que la bacteria 'Helicobacter pylori' ('H. pylori') utiliza para adaptarse a crecer en el estómago humano durante largos periodos de tiempo.
Dolor de estómago, digestiones pesadas, pérdida de peso, náuseas, reflujo... son algunos de los síntomas que pueden experimentar las personas contagiadas por la bacteria Helicobacter pyroli. Una bacteria que, además, resulta sorprendentemente común, y cuyo descubrimiento es relativamente reciente (hace menos de 40 años). Se calcula que este patógeno infecta a más de la mitad de la población mundial (un porcentaje que llega al 80 por ciento en los países en vías de desarrollo) y que producirá úlcera péptica en un 10 por ciento de ellos, así como cáncer gástrico en el 2 por ciento de los casos. ¿Cómo reconocer una infección por Helicopacer Pyroli?
Los seres humanos están expuestos diariamente a muchos tipos de bacterias, la mayoría de las cuales son inofensivas. Sin embargo, algunas bacterias son patógenas, lo que significa que pueden causar enfermedades. Una infección bacteriana patógena muy común es el 'H. pylori' en el estómago, donde puede provocar inflamación crónica (gastritis), úlceras e incluso cáncer.
En un trabajo publicado en la revista científica 'Nature Communications', este grupo descubrió que una pequeña molécula de ARN llamada HPnc4160 desempeña un papel clave en la forma en que 'H. pylori' invade el estómago y provoca la enfermedad. Estudios anteriores demostraron que HPnc4160 se conserva en diferentes cepas de 'H. pylori', lo que sugiere que tiene una función importante. Sin embargo, la cantidad de esta molécula producida en la bacteria es variable entre las cepas.
El análisis genético reveló que una parte específica del gen de 'H. pylori', denominada región de repetición T, variaba en longitud de una cepa a otra. Los investigadores se interesaron por la forma en que esta región afectaba a la expresión del HPnc4160. Además, sentían curiosidad por saber cómo estas fluctuaciones permitirían a algunas cepas colonizar el estómago humano con más eficacia que otras. "Ligeras diferencias en la secuencia genética de 'H. pylori' pueden dar a veces a ciertas cepas ventajas sobre otras que le permiten crecer mejor. Nos interesaban las razones genéticas y moleculares que explican por qué determinadas cepas son más patógenas y pueden vivir en el estómago durante décadas, lo que conduce al desarrollo del cáncer", explica el autor principal del estudio, Ryo Kinoshita-Daitoku.
Para abordar estas cuestiones, los investigadores infectaron jerbos y ratones con 'H. pylori' de tipo salvaje (normal) durante 8 semanas, y luego extrajeron y caracterizaron genéticamente las cepas mutantes que aparecieron. Descubrieron que las cepas con un mayor número de repeticiones T tenían una menor expresión de HPnc4160.
"Descubrimos que las cepas de 'H. pylori' con niveles bajos de HPnc4160 eran más infecciosas. Cuando este ARN estaba completamente ausente, las cantidades de varios factores patógenos bacterianos aumentaban significativamente y la cepa mostraba una mayor colonización dentro del estómago del roedor", detalla otro de los autores, Hitomi Mimuro.
Uno de los factores patógenos era la proteína bacteriana CagA, conocida como oncoproteína porque puede promover el desarrollo del cáncer. "Curiosamente, observamos regiones de repetición T más largas, niveles más bajos de HPnc4160 y niveles más altos de CagA en los pacientes con cáncer gástrico en comparación con los que no padecen cáncer", describe Kinoshita-Daitoku.
Estos nuevos hallazgos aportan información crucial sobre el panorama molecular y genético del 'H. pylori' altamente patógeno y pueden ayudar al desarrollo de terapias innovadoras para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el 'H. pylori', incluido el cáncer gástrico".