Investigadores de la Universidad de Zaragoza hallan el punto débil de las bacterias tolerantes a antibióticos que causan la meningitis, gonorrea, tosferina y otitis. Este hallazgo podría permitir el desarrollo de tratamientos adecuados para evitar infecciones de difícil tratamiento con antibióticos y para las que no existen vacunas.
El equipo del Instituto Agroalimentario de Aragón, liderado por Jesús Arenas, han llevado a cabo esta investigación que publica la revista Virulence. Los investigadores han encontrado que los biofilms biofilmsson susceptibles a dos proteínas presentes en el suero de humanos y animales.
Las superbacterias representan una de las tres mayores amenazas de salud a las que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas, según la Organización Mundial de la Salud. Este estudio, realizado a nivel internacional, ha permitido el descubrimiento de un nuevo sistema de defensa contra biofilms, es decir, las bacterias que se adhieren a los tejidos y crean tolerancia a los antibióticos, causantes de la meningitis, gonorrea, tosferina u otitis en humanos.
Desde hace años, el número de casos clínicos atribuidos a bacterias multirresistentes a antibióticos en hospitales aumenta significativamente. Se estima que las bacterias multirresistentes causan alrededor de 700.000 muertes humanas cada año en todo el mundo y se espera que este número supere los 10 millones de muertes en 2050.
A pesar de ser un problema de índole global, el desarrollo de nuevos antibióticos carece de atractivo económico para la industria farmacéutica por su elevado coste y por la inevitable aparición de resistencias a antimicrobianos, como los biofilms, que generan una gran tolerancia y resistencia a los antibióticos.
El 60% de las infecciones bacterianas son causadas por biofilms y este porcentaje se incrementa al 80% en las infecciones hospitalarias que resultan en alta mortalidad.
biofilmsEl suero de humanos y animales contiene dos proteínas, kallikrein y plasmin que inhiben la formación de biofilms. "Tenemos evidencias de que puedan existir otras proteínas que también tengan actividad parecida", explica Arenas.
El hallazgo se produjo de forma fortuita en 2015 mientras Arenas estaba estudiando el comportamiento del meningococo, agente causal de la meningitis. Como el cultivo precisa suero, Arenas observó que las bacterias no eran capaces de formar biofilms en su presencia.