Algunos países están iniciando su fase de desescalada de las medidas restrictivas. Es el caso de las Islas Feroe, que este lunes ya ha comenzado las clases y que el próximo 9 de mayo retomará la actividad deportiva de sus futbolistas con la vuelta a la liga de fútbol local.

Pero a pesar de ello, esta vuelta no será un retorno a la normalidad: habrá numerosas medidas y restricciones para evitar así la propagación de los contagios. Los jugadores tendrán prohibido escupir en el césped o sonarse la nariz, entre algunas de las medidas para frenar ese contagio.

Además, los partidos se disputarán a puerta cerrada, y cada equipo contará con dos vestuarios para que se mantenga la distancia de seguridad y la correcta higiene de los jugadores. Queda suspendido también el saludo inicial entre equipos, y cada jugador tendrá una botella de agua personal para hidratarse.

La liga de Primera División de las islas, que tienen un total de 50.000 habitantes, cuenta con diez equipos, y será la primera competición que vuelve a su actividad tras el parón por la crisis sanitaria, como recoge Infobae.

Noventa y tres de cada 100 aficionados se sentirían inseguros asistiendo a un partido de las principales ligas deportivas españolas sin una vacuna contra la COVID-19.

Es la principal conclusión que se extrae de una investigación que ha llevado a cabo la Universidad de Murcia (UMU), a través de su grupo Ingersport en función de las opiniones vertidas por seguidores de partidos de LaLiga, la Liga Endesa, la LNFS y de la Liga Asobal.

Las encuestas, realizadas a 598 aficionados a las ligas deportivas profesionales españolas de Primera división (66,2% a la de fútbol, 12,6% a la de baloncesto, 10% a la de fútbol sala y 11,2% a la de balonmano), muestran la preocupación de los seguidores por la vuelta a la normalidad de los eventos deportivos y un 93,2% no vería con buenos ojos regresar a los estadios o los pabellones sin una vacuna contra el coronavirus.

El trabajo de campo se ha hecho ateniendo a las opiniones de todas las comunidades autónomas españolas y con un rango de edad desde los 18 hasta los 70 años.

Otra de las conclusiones de la investigación es que los equipos profesionales tienen la obligación de pagar a sus trabajadores por el tiempo perdido debido al coronavirus (un 64,8%) y uno de cada dos encuestados no está de acuerdo en que los deportistas profesionales puedan tener un permiso especial para entrenar.

Casi la mitad de los encuestados (47,7%) piensa que las ligas no cancelaron sus partidos con suficiente antelación y, a pesar de que el 76% echa de menos la oportunidad de poder ver los encuentros en vivo, si estos se jugaran a puerta cerrada, 7 de cada 10 aficionados lo seguirían a través de la televisión con el mismo interés.

Existen discrepancias por parte de los aficionados entre si las ligas deben cancelarse definitivamente o continuar hasta finalizar la temporada, pero lo que sí que está claro para ellos es que si para el comienzo de la próxima temporada no se ha desarrollado una vacuna contra el coronavirus se deberán tomar medidas.

Este estudio determina también que las ligas y los clubes que forman parte de ellas deben dar la opción a los jugadores de elegir jugar o no comenzar la temporada para garantizar la seguridad de los propios deportistas (78,9%).