El doctor Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, ha sido entrevistado por Pedro Piqueras a través de una conexión con Informativos Telecinco. Aquí, Jiménez, que aparte de ser un reputado neumólogo es el coordinador de la unidad especializada en tabaquismo en la Comunidad de Madrid, ha explicado que “sin duda”, el consumo de tabaco se constituye como un claro agravante del COVID-19. “Hay ya estudios que lo están confirmando. Esta enfermedad puede tener en un 80% de los casos un curso clínico leve y en un 20-30% uno más severo. Se sabe que los fumadores tienen hasta tres veces más posibilidades de tener un curso grave, severo, que los no fumadores”, ha subrayado.
En este sentido, el doctor sostiene que igualmente existen estudios que “demuestran” que la probabilidad de recuperación del coronavirus aumenta si se cesa en el hábito del tabaco. “Los que son exfumadores tienen mucho menos riesgo de padecer una enfermedad severa por coronavirus que aquellos que son fumadores”, recalca, lanzando un mensaje a los fumadores: “Es importante dejar de fumar por muchísimas razones, pero es importante por la razón del coronavirus en esta epidemia”, ha advertido.
Para ello, explicando que el tabaquismo es “una drogodependencia”, “una enfermedad crónica”, el neumólogo ha recomendado que “cuando un fumador quiera hacer un gran esfuerzo para dejar de fumar acuda a un profesional para que este sea el que le ponga un tratamiento adecuado para ayudarle”. “La sustancia que se inhala cuando se fuma es la nicotina, una droga con una altísima capacidad de adicción”, ha recordado.
Por último, Jiménez se ha referido al papel de los neumólogos en esta epidemia y a lo que están “aportando” en las denominadas “unidades de cuidados respiratorios intermedios”, donde ha explicado que realizan “tratamientos como la ventilación mecánica no invasiva, que consiste en ventilar al sujeto para que sea capaz de respirar sin llegar a intubarle”. Gracias a ello, logran que “ muchos de estos pacientes no ingresen en la UVI”, e incluso hacen “que muchos de los que están ingresados en la UVI puedan ser dados de alta” y sea recibidos en las denominadas unidades de cuidados respiratorios intermedios. En éstas, ha precisado, se ha multiplicado por diez el número de camas, dada su importancia. Por ello, ha definido como “fundamental que en aquellos sitios donde no había de estas sean desarrolladas”.