Fotoprotector oral: el sistema que protege la piel del sol tomando pastillas
Los fotoprotectores orales no sustituyen a las cremas de protección, contribuyen a proteger las células del daño oxidativo del sol
Los fotoprotectores orales pertenecen a la categoría de suplementos nutricionales, que son un tipo de tratamiento que contribuye a mejorar el aspecto de la piel, el cabello o las uñas y deben ser controlados por profesionales de la salud, ya que una dosis mal administrada puede tener repercusiones sobre la salud.
El verano es la época del año en que más se suministran por ser un tipo de suplemento que promete ayudar a conseguir un moreno más rápido y duradero mientras neutraliza la acción de los rayos UV. Lo cierto es que, a pesar de su fama, no es exactamente así y hay que hacer algunas puntualizaciones sobre sus beneficios y forma de administrarlos.
MÁS
Por su composición, están formulados con activos antioxidantes como las vitaminas A, C, D y E, ácidos grasos Omega 3 y 6, resveratrol o ácido hialurónico, contribuyen a proteger a las células del daño oxidativo del sol. Pero su función no es aceleran el bronceado, ni evitar la necesidad de usar cremas de protección
La primera advertencia que hacen en la farmacia es que en ningún caso los fotoprotectores orales sustituyen a las cremas de protección solar, sino que las complementan para una protección más profunda.
Su función es cubrir las necesidades de una deficiente protección tópica, ya que generalmente se aplica menos cantidad de la necesaria y con menos frecuencia de la aconsejada, pero por sí solos ha quedado demostrada su baja protección a las agresiones de la radiación solar, a las quemaduras y el posible desarrollo de canceres cutáneos relacionados con el sol.
En lo que coinciden los profesionales de la salud es en que están especialmente recomendado para quienes padecen problemas cutáneos como rosácea, vitíligo, psoriasis, dermatitis atópica o alergia al sol, que deben exponerse a las radiaciones UV de manera controlada y con una protección continua. En estos casos, la manera correcta es tomarlos cada día media hora antes de la exposición al sol como complemento a la crema solar y durante todo el año.
Sumar a la protección tópica un suplemento en cápsulas ayuda a reforzar dicha protección, pero hay que dejar claro que ni permiten resistir más tiempo bajo el sol sin que éste nos haga daño, ni reducir el grado de filtro solar pues su finalidad es la fotoinmunoproteccion, es decir, preservar el sistema inmune de las radiaciones UV.
Como aceleradores del bronceado también es necesario hacer ciertas puntualizaciones. Por una parte, los expertos aclaran que solo la producción de melanina broncea la piel y ésta se estimula por el daño de la radiación solar sobre el ADN de las células cutáneas: sin daño celular no hay producción de melanina y es imposible que se broncee la piel. Lo recomendable, por tanto, son exposiciones cortas y repetidas en diferentes días que permitan reparar los daños producidos por el sol entre una exposición y la siguiente, evitando largas jornadas al sol, que no dan tiempo a que el cuerpo repare el daño celular.
Por otra, teniendo en cuenta que la mayoría de los fotoprotectores orales están hechos de aditivos similares a los carotenos (la sustancia que le da a las zanahorias su color naranja), lo que se produce en la piel no es un bronceado por aumento de la melanina, sino que se depositan en la piel dándole un aspecto anaranjado. Es decir, no broncean, lo que hacen es teñir y en dosis muy altas pueden provocar su acumulación en otros tejidos como los ojos e incluso en el hígado, pudiendo tener efectos secundarios graves.
También existen fotoprotectores orales a base de tirosina o derivados, un compuesto que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha declarado que no son eficaces e incluso declara que pueden resultar peligrosos, considerándose medicamentos sin indicación demostrada más que suplementos.
En resumen, los fotoprotectores orales son un complemento que ayuda a proteger el sistema inmune de las radiaciones solares, pero siempre deben ir combinados con una adecuada fotoprotección tópica que evite las agresiones que los rayos UV provocan en la piel, pero en ningún caso sustituyen a las cremas. Tampoco funcionan como aceleradores del bronceado, pues no estimulan la producción de melanina aunque si contienen carotenos se pueden depositar en la piel y darle un color anaranjado.