Muchos viajeros tienen miedo a la hora de viajar en un transporte público, como autobuses, trenes o aviones, donde el protocolo establecido no exige a las compañías dejar asientos libres. Las líneas aéreas, sin embargo, aseguran que el avión es el medio de transporte más seguro, en cuanto a la posibilidad de contagios, porque el aire se renueva constantemente.
El avión cuenta con un sistema de filtrado capaz de eliminar el 99,9% de las partículas, bacterias, hongos o virus. Se llaman filtros HEPA y purifican el aire que se renueva cada 3 minutos. Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), asegura que estos filtros "son equivalentes a los de los quirófanos en los hospitales".
Sí es obligatorio la protección individual, como el uso de mascarillas, en el avión y en las instalaciones del aeropuerto, y la higiene de manos. La Agencia Europa de Seguridad Aérea (EASA), señala en un documento de medidas de seguridad que cuando lo permitan las circunstancias, se debe procurar el distanciamiento físico, siempre que sea posible, y de no ser así deberán adoptarse otras medidas como el uso de mascarilla además de una estricta higiene de manos.
Además, se debe garantizar un suministro suficiente de mascarillas para el viaje. Esto lo debe de llevar el pasajero y, de no tener acceso a ellas o ser un vuelo de larga distancia donde se requiera más de una, la aerolínea debería facilitar su adquisición. También se debe implementar un proceso seguro para tirar las mascarillas como una bolsa de residuos herméticamente cerrada.
Los operadores deben reducir el uso de boquillas de suministro de aire individuales, dar instrucciones sobre cómo actuar en caso de emergencia en relación con las nuevas medidas de protección del COVID-19 y proporcionar material de orientación a los pasajeros sobre medidas de prevención que incluyen la higiene de manos, especialmente, antes de comer o beber y, después de usar el baño; uso de mascarillas; etiqueta respiratorio; restricción de contacto con las superficies de la cabina y un servicio a bordo minimizado.
Se impondrán medidas para evitar las colas en los pasillos o baños. Sobre este último aspecto, se debe reservar un baño, preferiblemente el más cercano a la cubierta de vuelo, para uso exclusivo de la tripulación.
Los operadores de aviones deben reducir el servicio a bordo al mínimo necesario y limitar el contacto entre la tripulación y los pasajeros por lo que deben eliminar las ventas libres de impuestos u otros productos no esenciales a bordo, dar un servicio reducido de alimentos y bebidas y dar preferencia a los alimentos y bebidas preenvasados y sellados, como las latas; Siempre que sea posible, los procedimientos de pago que impliquen contacto o contacto, como pagos en efectivo debe evitarse.