Varios casos de fiebre ‘Q’ en Asturias ha hecho saltar las alarmas de Sanidad. Esta enfermedad es provocada por la bacteria ‘Coxiella burnetii’ y el ganado es la principal vía de transmisión en humanos. Los médicos han tranquilizado con la fiebre ‘Q’ y han señalado que se cura con antibióticos.
Las personas que mayor riesgo de contagio de la fiebre ‘Q’ tienen son los ganaderos y los veterinarios, al estar más en contacto con los animales que la transmiten como son las vacas, ovejas y cabras. El contagio se puede producir por beber leche sin pasteurizar, inhalar el polvo de una cuadra donde haya orina o heces de un animal contaminado.
La fiebre ‘Q’ se presenta como un cuadro de gripe, con sintomatología leve. Si la enfermedad se agrava se caracteriza por fiebre alta, dolor de cabeza y de garganta, escalofríos, fatiga, tos, náuseas, vómitos, diarrea, sudoración y dolor en el pecho. Estos síntomas pueden derivar en una neumonía ‘atipica’.
La bacteria Coxiella burnetti es una zoonosis específicamente y se transmite en animales domésticos. La aparición de la fiebre ‘Q’ con varios casos en Avilés ha hecho que se active el protocolo para prevenir brotes. Los pacientes afectados ingresaron con neumonía, debido a un cuadro agudo de fiebre ‘Q’.
El Gobierno del Principado de Asturias ha detectado ocho casos de 'fiebre Q', asociada al contagio por vía alimentaria o contacto con ganado, según indico el jefe de Vigilancia Epidemiológica, Mario Margolles, añadiendo que "no existe transmisión entre humanos". En concreto, se han detectado casos en el área sanitaria III, Avilés, con un brote de cinco casos y otros tres casos más sobre los que se está investigando el origen.
Margolles ha explicado que los síntomas son "los típicos de una infección respiratoria de vías altas o de vías bajas" y cuenta con "tos, fiebre o dificultad para respirar en determinadas ocasiones cuando afecta a la parte baja de los pulmones".
Advierte de que puede haber cuadros respiratorios graves pero por lo general suelen resolverse en tres o cuatro semanas con antibióticos, al tiempo que remarca que hay que localizar la fuente de infección para evitar nuevos casos. Lo habitual, dice, es que se pille por vía respiratoria con el contacto con animales o al pasar por un lugar donde haya estado ganado. Otra posibilidad es por vía alimentaria, como por ejemplo por consumo de leche cruda.