El cargo de epidemiólogo ha cobrado protagonismo a raíz del inicio de la pandemia por coronavirus. La gestión de estos profesionales ha sido alabada, en numerosos casos, y criticada, en muchos otros. En España, Fernando Simón, director del CCAES, ha sido señalado por sus declaraciones al inicio de la pandemia en el país, cuando comentó que "habría pocos casos". Sin embargo, un grupo de catedráticos ha pedido apoyo para él recientemente.
Fernando Simón, de 56 años, nacido en Zaragoza, desarrolló sus conocimientos en colegios del Opus Dei. Es hijo de un conocido psiquiatra local y estudió Medicina, siguiendo la rama profesional de su padre, en la Universidad de Zaragoza, donde se licenció en 1989.
En sus inicios cubrió urgencias domiciliarias en la capital aragonesa e hizo sustituciones. Un año después de acabar sus estudios se marchó a trabajar como voluntario en África: vivió ocho años entre Burundi, Somalia, Mozambique, Tanzania o Togo. Además, estuvo dos años en Inglaterra, donde se especializó en epidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y pasó varios años, hasta la entrada del nuevo milenio, en América Latina.
Simón se convirtió oficialmente en epidemiólogo en París, Francia, en el Instituto de Vigilancia Sanitaria y en 2003 viajó a Madrid para ayudar a la creación del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, CCAES. El deporte es una de sus principales pasiones, sobre todo la escalada: lleva más de 12 años practicando en el rocódromo Espacio Acción. Los epidemiólogos no se rigen por criterios únicos, cada uno ha impuesto lo conveniente. Estos son los 'Fernando Simón' de otros países que figuran entre los siete países más afectados por el SARS-CoV-2.
El epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony "Tony" Fauci es el encargado de informar sobre la evolución del coronavirus en Estados Unidos. El portavoz estadounidense es el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU, donde sirve desde 1984, y desde enero trabaja codo a codo con el presidente Donald Trump. Se le considera una de las figuras médicas más importantes a nivel internacional.
Fauci, de 79 años, ha sido médico del Instituto Nacional de Salud, NIG, durante más de 50 años y ha sido asesor sanitario de todos los presidentes de los EEUU desde Ronald Reagan. Además, ha realizado contribuciones a la investigación del VIG y otras inmunodeficiencias. El epidemiólogo se ha mostrado últimamente preocupado de que Estados Unidos sufra una nueva ola de casos en otoño e invierno si el país no reduce la propagación antes de la llegada de verano. Estados Unidos registra 1 347 936 casos y más de 80 600 decesos por el coronavirus.
El conocido médico local, Alexander Myasnikov, de 66 años, es el principal cargo para informar sobre la evolución del coronavirus en Rusia desde el mes de abril. El experto aparece habitualmente en un programa del Kremlin y se ha hecho popular por su planteamiento optimista ante la pandemia. Sin embargo, las últimas comparecencias se realizan dos veces por semana y quien habla es el presidente, Vladimir Putin.
Myasnikov ha sido anteriormente asesor del alcalde Sergei Sobyanin en Moscú en 2018 y también del presidente durante las elecciones presidenciales del mismo año. Además, dirige desde hace varios años la comisión de Salud, Demografía y Política Social de la Cámara Pública de Moscú.
El portavoz ruso ha sido criticado por afirmar en febrero que el coronavirus podría ser útil para los rusos, porque así se lavarían más las manos o por señalar que los servicios de salud rusos están mejor preparados para afrontar la epidemia que los de Occidente. También ha estado en el punto de mira por asegurar que el coronavirus habría disminuido en abril y rectificar señalando que hay que esperar a la "inmunidad colectiva". Rusia es el segundo país del mundo con más casos, 232 243, y registra más de 2 100 fallecimientos.
El científico que convenció al primer ministro británico, Boris Johnson, para que aplicase el confinamiento en Reino Unido ha tenido que dimitir de su puesto como asesor del Gobierno tras admitir que se ha saltado las normasasesor del Gobierno tras admitir que se ha saltado las normas de distanciamiento social. El profesor Neil Ferguson es un epidemiólogo del Imperial College de Londres cuyos modelos matemáticos, que predecían 250.000 muertes si no se aplicaban cuarentenas, terminaron por convencer a Johnson de que debía rectificar su política inicial.
Ferguson, de 52 años, ha tenido que dimitir tras publicar varios medios que permitió que su novia lo visitara dos veces en su casa, a pesar de que para ello debía cruzar la ciudad de Londres. Bajo las normas y recomendaciones en vigor ahora mismo en el país, otros ciudadanos no pueden hacer lo mismo. "Acepto mi error de juicio y que seguí el camino incorrecto", admitía Ferguson en un comunicado. "Lamento cualquier socavamiento de los claros mensajes sobre la necesidad del distanciamiento social para controlar esta epidemia devastadora", afirmaba. Reino Unido, tercer país más afectado, registra 224 332 casos positivos de coronavirus y más de 32 100 fallecimientos.
Italia vive su segunda semana sin ver al jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli. El comunicador del Gobierno de Conte, de 55 años, comparecía cada día alrededor de las 18 horas para informar sobre el balance de contagios y víctimas mortales por coronavirus en el país. Ofrecía las cifras en una tabla con apartados en amarillo y naranja, una imagen ya popular entre la sociedad. El epidemiólogo, además de hablar en ruedas de prensa, también lo ha hecho a través de Youtube. Un hombre serio que ha relajado su rostro a medida que se ha ido reduciendo la epidemia.
Angelo Borrelli es un funcionario de carrera, nombrado además comisario para gestionar la crisis sanitaria de coronavirus en Italia desde que se declarase a finales de enero el estado de emergencia. Está graduado en Economía y Comercio y dirige el Departamento de Protección Civil desde 2017, donde empezó en 2002. Destaca su papel en otras emergencias como el episodio de Amatrice, en 2016 y los terremotos de l'Aquila, en 2009. El funcionario comparecía con expertos al inicio de la pandemia y, cuando la curva de casos se aplanó, lo hizo solo dos veces por semana.
Al igual que Fernando Simón, Borrelli no compareció en rueda de prensa por sentir síntomas compatibles con el coronavirus el 25 de marzo. Tras realizarse la prueba dio negativo, era la segunda vez a la que se sometía a un test. Días antes también dio negativo en otra prueba tras detectarse que 12 trabajadores de Protección Civil estaban contagiados. También ha sido criticado por afirmar que Italia podría tener más contagios de lo que reflejaban las cifras oficiales y por adelantar que el 16 de mayo se llevaría a cabo la fase 2 de la desescalada cuando finalmente ha sido antes. Italia, quinto país del mundo más afectado, registra 219 814 casos positivos y más de 30 700 decesos.
El director general de Sanidad, Jérome Salomon, de 51 años, es la voz autorizada para hablar de la evolución del coronavirus en el país galo. El comunicador francés es tataranieto del teniente coronel Alfred Dreyfus, protagonista y víctima de uno de los episodios de antisemitismo más célebres, que tuvo lugar a principios del siglo XX en Francia. Además, uno de los descubridores de la vacuna contra la difteria (enfermedad infecciosa aguda), Pierre-Paul Lévy, es antepasado suyo.
El comunicador ha hablado en rueda de prensa para informar sobre las recomendaciones sanitarias, las restricciones en Francia y las cifras de contagios y fallecimientos en el país. Su labor ha sido similar a la de Fançois Molins durante los atentados yihadistas de 2015, cuando trató de tranquilizar a la población haciendo hincapié en la capacidad del Estado para derrotar al terrorismo. Al igual que la mayoría de expertos, no era conocido con anterioridad.
Salomon está graduado en Medicina y se especializó en medicina pública. Trabajó en el departamento de enfermedades infecciosas en un hospital local y desde hace varios años desarrolla un importante papel en la Administración. Además, ha estado presente en otras crisis sanitarias como la del ébola o el zika.
El director general de Sanidad francés ha transmitido los mensajes con tranquilidad en todo momento. Explicando los cambios de estrategia con argumentos para que la población entienda las circunstancias ante la emergencia sanitaria. Sin embargo, ha sido criticado por recomendar a última hora el uso masivo de mascarillas cuando había afirmado en varias ocasiones que son de poca utilidad para la población general. Francia registra 177 547 casos positivos y más de 26 600 fallecimientos.
El presidente del Instituto Robert Koch, RKI, Lothar Wieler, ha sido el encargado de informar sobre la evolución del coronavirus en el país bávaro. El comunicador alemán, de 59 años, estudió la carrera de Veterinaria en la Universidad Libre de Berlín y se doctoró en la Universidad de Munich.
Wieler, al inicio de la epidemia, comparecía todas las mañanas alrededor de las 10 horas, aunque ha sido sustituido en alguna ocasión por el vicepresidente, Lars Schaade. En su trayectoria registra etapas profesionales y académicas en Ulm, Munich y Giessen, cuando se centró en enfermedades infecciosas, y fue profesor de microbiología y epizootia en la Universidad Libre de Berlín. Dirige el RKI desde marzo de 2015 y pertenece a comités académicos técnicos nacionales e internacionales.
La figura de Wieler se ha hecho familiar para la población alemana, pero en varias de sus comparecencias ha estado acompañado del director del Instituto de Virología del hospital Charité de Berlín, Christian Drosten, que también ha cobrado protagonismo en el país.
Durante las últimas semanas, Wieler ha comparecido en rueda de prensa los martes y los viernes, algo que, señalan, puede terminar esta semana. El epidemiólogo, de carácter tranquilo, ha informado sobre la evolución del país a través de comunicados. Al igual que otros expertos, ha sido criticado por desestimar el uso de mascarilla cuando finalmente ha sido recomendado en algunos lugares como comercios o transporte público, entre otros motivos. Alemania registra 172 626 casos positivos de contagio y más de 7 600 fallecimientos.
El epidemiólogo de Suecia, Anders Tegnell, de 64 años, ha sido el principal protagonista del país los últimos meses. Su estrategia contra el coronavirus ha levantado la sorpresa en el resto de Europa. El Gobierno liderado por Stefan Löfven, del partido socialdemócrata y ecologista, ha optado por no cerrar escuelas, negocios y fronteras en ningún momento, siguiendo las recomendaciones de la Agencia Pública Folkhälsomyndigheten.
Tegnell forma parte del control de infecciones de Suecia desde hace 15 años. Está especializado en el tratamiento de enfermedades como el ébola en África y fue uno de los responsables en gestionar la gripe A, H1N1, en el país en 2009. Además, ha tenido un papel crucial en el programación de vacunación masiva para más de cinco millones de suecos.
El comunicador comparece desde hace dos meses en rueda de prensa diaria, excepto los fines de semana y días festivos, e informa sobre la evolución de casos de contagio y fallecimientos en Suecia. Tegnell, con tono seguro, ha defendido siempre su planteamiento con argumentos. En varias ocasiones ha señalado que el cierre de fronteras corresponde a una decisión política.
Además, ha asegurado que es insostenible mantener a la población confinada o tener las escuelas cerradas durante mucho tiempo. Sin embargo, últimamente ha hecho autocrítica por no proteger con mayor precisión a población vulnerable como personas mayores. Según el Tegnell, este factor es el principal por la que Suecia tiene mayor tasa de mortalidad que sus vecinos.
Su estrategia ha hecho que su nombre se vuelva muy popular a nivel internacional, sobre todo en los medios de comunicación. El rapero Shazaam le ha dedicado una canción y se venden todo tipo de productos de merchandising relacionadas con él. Desde Europa ha sido criticado por numerosos científicos, sobre todo al inicio de la pandemia, por no emplear restricciones más duras para frenar la propagación.