El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido desde Moncloa para hacer balance de la situación epidemiológica de España, donde el coronavirus deja este lunes 84 nuevos casos diagnosticados y 331 casos con fecha de inicio de síntomas en los últimos 7 días.
En este sentido, el epidemiólogo ha afirmado que “el número de notificados en los últimos siete días es un poquito más alto que lo observamos hace cuatro o cinco”. “Estamos alrededor de los 315-330 que hemos observado, cuando llevábamos varios días con alrededor de 240-250. La diferencia está sobre todo en el número de asintomáticos que se notifican, porque el número de sintomáticos sigue descendiendo suavemente, como veníamos observando durante estos últimos días. En cambio el de asintomáticos sí que parece que no se ha reducido tanto. Sí que se reduce, pero no tanto como veníamos observando en los días previos. Esto se debe probablemente al esfuerzo diagnóstico que se realiza alrededor de cada caso detectado, de cada brote que se identifica”, ha explicado.
A este respecto, –tras comunicar que se han registrado 12 decesos con fecha de defunción en los últimos 7 días, si bien Sanidad ha sumado en las últimas 24 horas otros tres fallecidos a la cifra total de muertos por COVID-19, que ya se eleva a 28.346–, Fernando Simón ha precisado que en España hay un total de 51 brotes que no están cerrados, es decir, 51 que aún se consideran presentes, si bien de ellos son solo 11 los que, ha dicho, se consideran “brotes de interés”, preocupando especialmente los registrados en Aragón, con más de 320 casos, y el de Andalucía, casi con 200, siendo el más importante el del Centro de Acogida de Cruz Roja de Málaga, que suma “92 casos”.
“De los 51 brotes tenemos algunos que están en el día ‘veintitantos’ sin casos asociados. No están oficialmente cerrados. En alguna comunidad no lo han cerrado porque no han tenido tiempo, o no han pasado 28 días (dos periodos de incubación del virus), aunque en principio si pasaran 14 podríamos entender que podría estar cerrado. Hay algunos brotes que ya no son de interés. Por ejemplo, los hospitales vascos de Txagorritxu y Basurto ya no son de interés. Están dentro de los 51, pero ya no son de interés”, ha explicado Fernando Simón, quien ha precisado además que las razones por las que un brote es considerado de interés son variadas: puede ser porque “no se tenga claro el origen”, por “el volumen” de casos que represente el brote, –“incluso pese a tener muy claro el origen”–, ante el temor a “que se descontrole”, así como por tener brotes activos en los cuales “no se sepa a qué casos están afectando o no”, por falta de información.
No obstante, por ahora, ha asegurado, todo el trabajo que se está realizando y todo el “esfuerzo importante” de las comunidades autónomas está permitiendo responder a través de acciones localizadas y “aislamientos selectivos”.
“El estudio de los brotes se está haciendo con mucho detalle. La transmisión generalizada no está siendo un problema importante”, ha dicho, valorando la capacidad de detección precoz.
En este contexto, y tras haber dado paso a la tradicional ronda de preguntas de los periodistas, el epidemiólogo ha sido cuestionado al respecto de la preocupación en las fronteras ante la llegada del turismo internacional y los casos importados, un asunto sobre el cual se ha manifestado con absoluta franqueza y claridad: “Pretender que nuestras fronteras estén blindadas a la entrada de casos… ni locos”, ha dicho, dejando ver que los casos importados se van a producir de forma inevitable y que lo que se puede hacer es “reducir riesgos”, pero no evitarlos completamente, algo que, ha asegurado, es “prácticamente imposible”. “No vamos a poder detectar todo, ni nosotros ni nadie”, ha aseverado, explicando que, de hecho, “algunos de los brotes que hemos tenido estos días estaban asociados a casos importados, ya fueran inmigrantes regulares o irregulares”.
En esta línea, Simón ha continuado haciendo referencia a algunas de las medidas en las que se trabaja para intentar reducir riesgos, entre las cuales se encuentra la “restricción” de las llegadas de personas “de los países con alta incidencia” de coronavirus, lo que “reduce mucho los riesgos de importación” ha dicho. Además, ha apuntado, las denominadas “fichas de vigilancia” de los viajeros, la “detección” y el “control de los contactos” son otras de las áreas de trabajo que “permiten reducir hasta cierto punto otros riesgos”.
“El propio distanciamiento y el uso de mascarillas reducen los riesgos de que esos casos si entran reduzcan el riesgo de brotes. Que seguro que se va a producir. Va a haber casos importados, lo que tenemos que garantizar es que los detectemos a tiempo”, ha asegurado.
egoístas”A este respecto, cuestionado también por las mascarillas, y en concreto por las FFP2 después de que Galicia haya prohibido el uso de las que tienen válvulas, Fernando Simón ha explicado las recomendaciones de uso y ha precisado claramente las diferencias respecto a las mascarillas quirúrgica, las cuales ha definido como las idóneas para su empleo a nivel poblacional.
“Las mascarillas FFP2 tengan válvula o no están pensadas para que una persona que las lleve no se infecte. Sí que es verdad que también protegen, –aunque no tanto como las quirúrgicas–, de que un infectado infecte a los demás. El problema de las válvulas es que el aire que exhala la persona que la lleva lo concentra en un punto concreto y eso puede hacer que en algún momento alguien que esté expuesto al aire que sale por esa válvula pueda infectarse. Son mascarillas que desde mi punto de vista son 'las egoístas'. En algunos casos, una persona que tiene seguridad de que no está infectada y tiene que protegerse mucho porque es una persona muy vulnerable, podemos plantear el uso de mascarillas FFP2. Mejor sin válvula, porque reducen el riesgo de concentrar lo que se exhala en un punto concreto. Pero en un momento determinado, si no hay otra opción, para personas muy concretas el uso de estas mascarillas puede ser útil, pero no es lo ideal. Desde el punto de vista poblacional lo que nos interesa es que cualquier persona que pudiera estar infectada no transmita a los demás. Ahora mismo, desde el punto de vista poblacional tenemos que buscar las mascarillas altruistas, las que hacen que tú, si remotamente estás infectado, aunque no te hayas dado cuenta, no afectes a los demás. Ese debería ser el objetivo”, ha subrayado.