Varios expertos consultados por Efe muestran su temor de que la flexibilización de las restricciones a la movilidad tras el fin del estado de alarma pueda suponer un estado de alarmarepunte de los contagios, especialmente entre los jóvenes.
La Comunidad de Madrid eliminará la prohibición de reuniones de no convivientes en domicilios y no mantendrá el toque de queda a partir de este domingo 9 de mayo, cuando finaliza el estado de alarma, momento en que además ampliará el horario de cierre de bares y restaurantes de once a doce de la noche.
El doctor Fernando García, de la Asociación Madrileña de Salud Pública (Amasap), considera que la liberalización de las medidas puede llevar a la población a relajarse en el cumplimiento de las medidas de prevención frente a la covid-19.
Esto puede tener un efecto multiplicador de los contagios en la población joven, ya que los mayores de 80 años ya están vacunados y los mayores de 60 años están en proceso de inmunización, apunta García.
La Comunidad de Madrid se encuentra en una situación de riesgo extremo, con una incidencia acumulada de casos a catorce días superior a 250, recuerda el facultativo, quien indica que la situación no permite "muchas alegrías".
En este contexto, García destaca la importancia de reducir las estancias en el interior de los establecimientos hosteleros, aprovechando la llegada del buen tiempo.
Desde su punto de vista, en la Comunidad de Madrid se ha partido de la premisa de que los bares y los restaurantes son lugares seguros frente al coronavirus, cuando toda la evidencia científica va en la dirección contraria.
Un estudio realizado en Estados Unidos en julio pasado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta entre más de trescientos personas determinó que los positivos tenían el doble de posibilidades de haber estado en un restaurante o en un bar en los días previos en comparación con las personas que dieron negativo o población de control.
Por su parte, el doctor José María Molero, de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), explica que todas las comunidades autónomas han flexibilizado las medidas, puesto que la mayoría ha levantado el toque de queda, ha ampliado el horario del sector de la hostelería y el ocio y ha aumentado el número de participantes en reuniones sociales.
Molero reconoce que el fin del estado de alarma, unido al aumento del porcentaje de personas vacunadas, puede llevar a una disminución de la percepción de riesgo.
"Estamos saliendo de la cuarta ola, que ha sido menos intensa que la tercera y es casi inevitable que próximamente haya otro repunte, por múltiples factores, entre ellos, la relajación de las restricciones", augura el experto.
Ante la diversidad de medidas adoptadas por las comunidades autónomas, estima que la población no planificará la actividad de ocio o familiar en función de las limitaciones, sino de acuerdo a sus deseos.
Molero subraya que el fin del toque de queda permitirá la movilidad fuera de los horarios de cierre de los establecimiento de ocio y no va a impedir las reuniones de personas al aire libre, lo que generará más contacto social y más riesgo de transmisión del virus.
Apela a la responsabilidad individual, especialmente en la Comunidad de Madrid, una de las más castigadas por la covid-19, para para evitar que relajen las costumbres sociales y las medidas higiénicas como el uso de la mascarilla o el lavado de manos.