Pensábamos que la llegada las vacunaciones masivas contra el coronavirus marcarían el principio del fin de la pandemia que ha tenido sumida a la humanidad desde hace ya un año. Y los datos de reducción de infecciones, hospitalizaciones y muertes en aquellos lugares donde la vacunación está mas avanzada son datos para esperanza. Las predicciones de los expertos a principios de año sobre el final de la pandemia eran optimistas pero este sentir general está cambiando.
La aparición de tantas vacunas que se han demostrado eficaces y seguras, y que se han conseguido desarrollar en un tiempo récord, hizo que las perspectivas de alcanzar una inmunización masiva en los países a lo largo de este año 2021 dejara de parecer una quimera. De hecho, la mayoría de los países que han comenzado su programa de vacunación siguen poniendo en el próximo verano su objetivo para alcanzar tasas de inmunización del 60% y el 70% de su población. Lo que situaría el regreso de una cierta normalidad a finales de año.
Pero los expertos son hoy mucho menos optimistas que hace un mes. Y es que la aparición de las nuevas variantes del virus (la británica, la sudafricana o la brasileña están poniendo a prueba la efectividad de la inmunización lograda con estas primeras vacunas. De hecho, han sido varios estudios realizados en Sudáfrica con varias vacunas los que han disparado las alarmas. La Universidad de Oxford publicaba hace unos días que la vacuna de AstraZeneca “ofrecía una protección mínima” contra los cuadros leves y moderados de covid causados por la variante sudafricana del coronavirus.
La baja eficacia observada en Sudáfrica se atribuye a las mutaciones que esta variante del virus ha adquirido para escapar a la reacción del sistema inmunitario. Entre estas mutaciones destaca la E484K, popularmente conocida como Erik, que modifica una de las proteínas del virus de un modo que le permite evadir los anticuerpos neutralizantes. Esta mutación está también presente en la nueva variante brasileña del virus. La variante de Brasil ya está presente en nueve países. La sudafricana se encuentra ya en más de treinta.
A finales del pasado año, incluso a principios de enero, con tres vacunas eficaces contra el covid19, con porcentajes que llegaban al 95%, y con nuevos compuestos a punto de ser aprobados, la esperanza de controlar el virus era muy grande. Se pensaba que el virus podría ser contenido en gran medida, de manera similar a como se ha logrado controlar otros, como el sarampión. Pero los datos de las últimas semanas sobre las nuevas variantes de Sudáfrica y Brasil han socavado ese optimismo. Entre los expertos está ganando enteros una corriente que apuesta ahora por pensar que el SARS-CoV-2 no solo permanecerá con nosotros como un virus endémico, sino que continuará circulando por el mundo, mutando y provocando un número significativo de enfermedades y muertes durante los próximos años.
Además de las dudas que surgen sobre la inmunización y la efectividad de las vacunas con las variantes brasileña y sudafricana, también preocupa la potente transmisibilidad de la variante británica, una variante que ya conocemos bien en Europa, ya que se está imponiendo en todos los países de nuestro entorno. Su potencial para provocar nuevos rebrotes pone en jaque la estrategia de vacunación que se había planeado en el viejo continente.
La variante de SARS-CoV-2 que surgió en el sureste de Inglaterra en noviembre de 2020 es más transmisible que las variantes preexistentes, según ha demostrado un nuevo estudio realizado, que alerta de que la variante británica es posiblemente la que en el futuro ocasionará grandes rebrotes en todo el mundo.
"Sin medidas de control estrictas, incluido el cierre limitado de instituciones educativas y una implementación de vacunas muy acelerada, las hospitalizaciones y muertes por covid19 en Inglaterra en 2021 superarán a las de 2020", señalan los autores del estudio publicado por la American Association for the Advancement of Science.
Después de surgir en noviembre de 2020, la evidencia comenzó a verse en diciembre de que la variante británica estaba superando rápidamente a las variantes preexistentes en el sureste de Inglaterra. Al 15 de febrero de 2021, comprende aproximadamente el 95% de las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 en Inglaterra y ahora se ha identificado en al menos 82 países.
Después de analizar 150.000 muestras secuenciadas de SARS-CoV-2 de todo el Reino Unido, Nicholas Davies y sus colegas del Centro para el Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas (CMMID, por sus siglas en inglés), en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, encontraron que la tasa de crecimiento poblacional relativa a esta variante en los primeros 31 días después de su observación inicial fue más alta que la de los otros 307 virus.
Aunque algunas vacunas están demostrando ser eficaces ante estas nuevas variantes, sobre todo la británica, las farmacéuticas trabajan ya en posibles refuerzos para futuras variantes, que harían que la inmunización mejore y sea resistente a las mutaciones del virus. Pero aún así, los expertos han decidido enfrían la euforia generada por el lanzamiento de las vacunas y apuntan a que la lucha contra la pandemia del SARS-CoV-2 tiene todavía un recorrido de varios años.