¿Son peligrosas las estufas de leña en interiores? Según un nuevo estudio, son un riesgo porque hacer que se tripliquen los niveles de partículas en tu casa, por lo que se desaconseja situarlas cerca de niños o personas mayores.
Un estudio reciente publicado en la revista ‘Atmosphere’ ha analizado los niveles de partículas diminutas suspendidas en el aire en hogares que utilizan estufas de leña. Concretamente, la investigación se llevó a cabo en Sheffield durante un período de un mes a principios de 2020. El resultado, aunque no lleva a pensar que deban ser prohibidas, sí sugiere que deberían venderse con etiquetas de advertencia sanitaria.
El mayor problema no es el uso de la estufa en sí, sino que antes o después abrimos la puerta de la misma para que desprenda más calor o introducir un nuevo tronco. Es entonces cuando se liberan al aire más partículas. "Las concentraciones medias diarias de material particulado en suspensión (PM) en interiores cuando se usó una estufa fueron más altas para PM2,5 (PM de menos de 2,5 micras) en un 196,23% y PM1 en un 227,80% que los del grupo control sin consumo", enuncia el estudio.
Estas partículas se cuelan en nuestro organismo a través de los pulmones y están relacionadas con múltiples daños a la salud.
"Se estima que la quema de madera y carbón en los hogares causa casi el 40% de la contaminación por partículas diminutas al aire libre , pero la nueva investigación es una de las primeras en analizar la contaminación interior en entornos de la vida real", relata 'The Guardian'.
Las partículas que se liberan de la leña, explica, contienen sustancias químicas cancerígenas como benceno y formaldehído. Sin embargo, es difícil que su regulación llegue a corto plazo, puesto que muchos hogares exentos de calefacción dependen de estas estufas para calentarse en el invierno.