El mayor estudio sobre el consumo de café revela si es bueno o no para el corazón
Afirma que beber entre una y tres tazas de café al día está asociado con resultados cardiovasculares positivos
Se trata de un dietético saludable si se consume solo, sin azúcar ni otros aditivos
El café descafeinado pareció tener un efecto opuesto sobre el riesgo de insuficiencia cardíaca
Del café se han dicho muchas cosas y no siempre para bien. Su fama ha estado siempre debatida entre aquellos que se confiesan amantes y aprecian sus beneficios y los que, por el contrario, demonizan la bebida de grano tostado con términos relacionados con la adicción, la alteración del sueño, problemas estomacales o hipertensión.
Cabe destacar que la ciencia se posiciona más a favor que en contra. De hecho, ya son varios estudios los que han confirmado los beneficios que la bebida estimulante tiene para el corazón. Uno de los últimos, un estudio presentado en el Congreso Sociedad Europea de Cardiología en 2021, asegura que tres tazas de café al día se asocian con un menor riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca mortal.
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Este estudio investigó la asociación entre la ingesta habitual de café y un incidente de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte. Hasta ahora, se trata del estudio más grande para evaluar sistemáticamente los efectos cardiovasculares del consumo regular de café en una población sin enfermedad cardíaca diagnosticada.
Impacto para el corazón
La asociación entre la cafeína y la reducción del riesgo de insuficiencia cardíaca resulta clara y sorprendente. Eso sí, siempre que sea negro y con cafeína. Los estudios arrojan que beber puede ser parte de un patrón dietético saludable si se consume solo, sin azúcar ni otros aditivos.
"Nuestros resultados sugieren que el consumo regular de café es seguro, ya que incluso una ingesta diaria alta no se asoció con resultados cardiovasculares adversos y mortalidad por todas las causas después de un seguimiento de 10 a 15 años", explica la doctora Judit Simon, del Heart and Vascular Center, Semmelweis University de Budapest (Hungría).
"Además, de 0,5 a 3 tazas de café al día se asoció de forma independiente con menores riesgos de accidente cerebrovascular, muerte por enfermedad cardiovascular y muerte por cualquier causa", señala Simon.
Alteraciones positivas
El estudio incluyó a 468.629 participantes del Biobanco del Reino Unido sin signos de enfermedad cardíaca en el momento del reclutamiento. La edad media fue de 56,2 años y el 55,8% eran mujeres.
Los investigadores calcularon la asociación del consumo diario de café con los resultados de los incidentes durante una mediana de seguimiento de 11 años utilizando modelos multivariables.
Los participantes se dividieron en tres grupos según su ingesta habitual de café: ninguno (no consumía café de forma habitual, 22,1%), ligero a moderado (0,5 a 3 tazas diarias, 58,4%) y alto (más de 3 tazas al día, 58,4%).
En comparación con los no bebedores de café, el consumo de leve a moderado se asoció con un 12% menos de riesgo de muerte por cualquier causa, un 17% menos de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y un 21% menos de riesgo de accidente cerebrovascular incidente.
"El análisis de imágenes indicó que, en comparación con los participantes que no bebían café con regularidad, los consumidores diarios tenían corazones de tamaño más saludable y mejor funcionamiento. Esto fue consistente con revertir los efectos perjudiciales del envejecimiento en el corazón", sigue la investigadora.
Su conclusión: "Nuestros hallazgos sugieren que el consumo de café de hasta tres tazas por día está asociado con resultados cardiovasculares favorables. Si bien se necesitan más estudios para explicar los mecanismos subyacentes, los beneficios observados podrían explicarse en parte por alteraciones positivas en la estructura y función cardíacas".
Además, otro estudio demostró que beber café descafeinado, en cambio, pareció tener un efecto opuesto sobre el riesgo de insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca ocurre cuando un corazón debilitado no puede suministrar a las células del cuerpo suficiente sangre para obtener el oxígeno necesario para que el cuerpo funcione correctamente.