Wuhan celebra su normalidad sin mascarillas y con escasa distancia social. Es una muestra de poderío del Gobierno que quiere que el mundo vea que el país ha vencido al coronavirus en su epicentro, pero un nuevo estudio ha demostrado que aún desconocemos muchas características del virus. Ha sido en la propia china, en un edificio de apartamentos, donde se ha demostrado que el coronavirus flotante de las tuberías de ha podido generar infecciones entre los residentes. El caso ocurrió con un brote de SARS en 2003, pero se teme que el virus actual, más potente, pueda también usar este mecanismo. Lavarse las manos, limpiar el inodoro y mantener la tapa cerrada al tirar la cadena pueden ser algunos de los recursos en el día a día para evitar riesgos.
Amoy Gardens, un complejo de viviendas de Hong Kong con múltiples torres de apartamentos, vio cómo 321 residentes contraían el SARS en 2003; 42 de ellos murieron. Los investigadores rastrearon el brote hasta un solo visitante con SARS que tenía diarrea grave . Los baños de los apartamentos tenían desagües en el piso para su limpieza, y cuando las trampas en forma de U debajo de estos desagües se secaron, el virus del SARS en aerosol del residente enfermo llegó a los apartamentos a través de un conducto de aire. Por lo general, tal flotación está bloqueada por el agua que se ha acumulado en las trampas. Los científicos sugirieron que el viento incluso llevó los aerosoles a los edificios adyacentes.
Es lo que se teme que puede haber ocurrido en Nueva York durante el primer brote agresivo de la pandemia. Lo desvela la revista Science. Eso podría explicar también la cantidad de coronavirus encontrado en baños de hospitales con el ejercicio de tirar de la cadena sin cerrar la tapa como uno de los momentos más problemáticos. Por lo tanto, una persona podría estar expuesta al SARS-CoV-2 al respirar materia fecal en aerosol o al ingerir el virus después de tocar una superficie contaminada.
El estudio se suma a meses de advertencias de que el SARS-CoV-2, que causa el COVID-19 y se cree que se propaga principalmente a través de gotitas respiratorias y aerosoles, también podría infectar a través de las heces. "No es algo de lo que a la gente le guste hablar”, ha escrito el experto en edificios Joseph Allen de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard en el Washington Post .
Aunque la transmisión fecal de un patógeno es difícil de confirmar, y demostrar que un virus se propaga a través de las tuberías de desagüe de la construcción es aún más difícil, es completamente posible, según comentan varios investigadores a Science Insider. Hasta la fecha, no hay casos documentados que indiquen claramente una infección a través de materia fecal, pero se sigue estudiando.
Allen y otros investigadores alertan de que no se debe ignorar el riesgo. Muchos coronavirus animales se pueden transmitir a través de las heces, "por lo que no es exagerado creer que podría ser posible con el coronavirus", confirma la epidemióloga Susan Amirian de la Universidad de Rice.
Pero si ese riesgo está presente en las aguas residuales es otra cuestión. Cuando los desechos humanos llegan a un desagüe de alcantarillado o planta de tratamiento típica, es probable que cualquier virus potencialmente intacto esté demasiado diluido para ser infeccioso, señala en el mismo artículo el ingeniero ambiental Jordan Peccia de la Universidad de Yale, quien está analizando las aguas residuales para detectar el SARS-CoV-2 en Connecticut. Hasta la fecha, hay poca o ninguna evidencia de que COVID-19 se propague a través de las aguas residuales. Pero lo que los expertos señalan es que echar de la cadena con la tapa bajada y limpiar de forma extrema el inodoro deben ser precauciones a asumir.