Aunque cada comunidad, ante los brotes de coronavirus, sigue su estrategia de cara a realizar PCR, son varias las autonomías que en las últimas semanas se han decantado por hacer pruebas masivas en vez de selectivas. No obstante, los protocolos sanitarios para controlar dichos brotes son parecidos y todas las consejerías resaltan la importancia de analizar cada situación concreta.
Según el Ministerio de Sanidad, la tasa nacional de PCR por 1.000 habitantes hasta el 6 de agosto se colocaba en 105,8. Bien es cierto que hay mucha disparidad entre los territorios. Por ejemplo, País Vasco contaba con 188 y Andalucía se situaba en 47,3.
Cataluña, por encima de la media (126), es uno de los territorios que ha optado por un cambio en el método para impedir la transmisión comunitaria. Así, la semana pasada puso en práctica los test masivos en Ripollet, Sabadell y Terrassa (Barcelona), donde en la segunda quincena de julio se observó un aumento de positivos. Este lunes, los cribados se han ampliado a las localidades barcelonesas de Vilafranca del Penedès y Santa Coloma de Gramanet.
También se han levantado carpas en las últimas semanas en diversos puntos de Euskadi tras detectarse positivos de COVID-19 en locales de ocio. Con la mayor tasa de PCR por habitantes, se hacen test a los clientes de bares, restaurantes o discotecas, siempre que se considere que ha podido haber transmisión comunitaria del virus. Sin embargo, el Departamento vasco de Salud apuntó a EFE que no hay un "criterio único" y que se estudia cada caso.
De este modo, en los últimos días se han realizado pruebas masivas a clientes del bar Ramuntxo Berri de San Sebastián, a los que pasaron por el Muguru de Galdakao (Bizkaia), por una cervecería de Erandio (Bizkaia) o por el restaurante Xixilu y la discoteca Kilimanjaro de Vitoria, entre otros locales.
En Navarra, en segundo lugar en número de PCR por 1.000 habitantes (184), fuentes de Salud explican que, como regla general, se sigue el protocolo de rastreo de los contactos estrechos, aunque en ocasiones puede optarse por un "cribado preventivo", realizado por ahora a las plantillas de un par de empresas. A finales de julio se realizó también una campaña de PCR masivos entre la juventud del barrio pamplonés de Mendillorri para intentar frenar un brote: fueron convocados 2.300 vecinos, acudieron voluntariamente 1.145 y sólo 14 dieron positivo.
En Asturias, que ocupa el tercer lugar en la tasa de test realizados, se han hecho asimismo varios llamamientos públicos para que la clientela que haya estado en los locales en los que se ha declarado un brote se sometan al test.
De acuerdo con la estrategia de acción precoz, vigilancia y control, diseñada por el Instituto de Salud Carlos III (Madrid), hay que hacer una prueba PCR en las primeras 24 horas a todo caso sospechoso (con síntomas de coronavirus) y rastrear a sus contactos estrechos: cuidadores y convivientes y aquellos que hayan estado en el mismo lugar que un caso, a menos de dos metros y durante más de 15 minutos.
La estrategia deja en manos de cada comunidad autónoma que esos contactos estrechos sean sometidos a una vigilancia activa o pasiva. Deben guardar cuarentena, y Sanidad recomienda que se les realice un PCR. Es el protocolo que sigue La Rioja, que arroja una tasa de 162 PCR por 1.000 habitantes.
Por otra parte, tras detectarse la semana pasada un positivo en una cafetería de Castro Urdiales, el consejero cántabro de Sanidad, Miguel Rodríguez, señaló que realizar PCR a todas las personas que frecuentan los locales, independientemente de si han sido contacto estrecho, es un criterio "desproporcionado" y "demasiado amplio".
Eso sí, las autoridades sanitarias cántabras han llamado a hacerse la prueba a todos los clientes que pasaron entre el 26 de julio y el 5 de agosto por el restaurante El Cantábrico, en el municipio de Comillas. El caso fue llevado a la Fiscalía al detectarse que seguían trabajando varios empleados positivos, pero además se recibieron denuncias sobre "incumplimientos flagrantes" de las medidas de prevención frente al coronavirus en el local. Cantabria se sitúa por encima de la media nacional en cuanto a PCR por 1.000 habitante (148), al igual que Baleares (131,5).
Fuentes de la Consejería de Salud de Baleares han manifestado a EFE que, en el caso de los establecimientos públicos, la regla es considerar contacto estrecho a los trabajadores. Si éstos han mantenido las medidas de higiene recomendadas, los clientes no entrarían en el cribado. De momento en Baleares no se ha localizado ningún brote que se pueda asociar directamente a un establecimiento público.
En Aragón, que lleva semanas encabezando la lista de contagios, tampoco ha habido casos masivos en locales de ocio, subrayan las autoridades sanitarias, y los principales brotes tienen origen laboral (sobre todo, en empresas hortofrutícolas) y social, derivados de reuniones de amigos o familiares. Con cerca de 111 PCR por 1.000 habitantes, es la región que más ha incrementado el número de pruebas realizadas en la última semana (un 16 %).
Galicia, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura, Murcia y Andalucía presentan tasas de PCR por debajo de la media nacional.
Según indicaron a EFE fuentes de la Consejería de Salud y Familias de Andalucía, ante la detección de un positivo son los servicios médicos quienes deciden qué prueba se hace en cada caso, según el tipo de contacto que se haya tenido con el paciente.
En Canarias, que sigue el protocolo de realizar PCR a los contactos estrechos, fuentes de la Consejería reconocen que en determinadas situaciones se puede ir más allá, en función de dónde se localice el primer positivo.
Presenta una tasa de 79 PCR por 1.000 habitantes, algo más elevada que la de Murcia (67,8), donde la Consejería de Salud ha convocado a realizarse PCR a los ancianos, sus cuidadores y todos los que convivan con personas mayores del barrio de El Carmen de la capital debido al repunte de la incidencia del coronavirus en la zona. Con el segundo mayor avance en el número de test la pasada semana (11% más) también se han hecho llamamientos a los clientes de locales, como el bar de Totana origen del brote que llevó a la localidad a retroceder a la fase 1, la zona de copas Atalayas de Murcia ciudad o dos pubs de Lorca.
La Comunidad Valenciana continúa también el protocolo del Ministerio de Sanidad y fuentes sanitarias consultadas por EFE señalan que se han realizado hasta el momento 511.219 PCR. En la tabla difundida por Sanidad se le atribuían hasta el 6 de agosto un total de 450.601 test, ligeramente por debajo de la media.