El estigma de tener cáncer permanece y siendo mujer más. No solo desde el punto de vista social y laboral sino también desde el punto de vista personal. Porque las mujeres siguen sin acudir a revisiones por miedo, aunque ya se sepa que la mortalidad por cáncer se sigue reduciendo en España y creen que los cánceres específicos en el cuerpo de la mujer son más mortales cuando no es cierto.
De las mujeres que participaron en la encuesta de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC), el 45 por ciento (62% en España) fue consciente de los síntomas de la enfermedad antes del diagnóstico, y casi la mitad (el 56% de la muestra española) nunca había asistido a un programa de detección.
Las tres razones más significativas para las mujeres que no asistieron a los programas de detección del cáncer fueron: no lo consideraron necesario (32% de la muestra global y 27% de la española), no eran conscientes de su existencia (30% y 28%) y solo supieron de su existencia después de haber recibido el diagnóstico (26% y 29%). El 12 por ciento (5% en España) de ellas reconoció que sintió miedo ante la posibilidad de recibir la noticia de que tenía cáncer.
El 25 por ciento de las mujeres con cáncer (19% en el caso de las españolas) se sienten más estigmatizadas que los hombres que tienen esta misma enfermedad, según el informe 'Apoyando a las mujeres con cáncer', elaborado por la compañía Merck.
La encuesta, en la que han participado 4.585 mujeres de 23 países (200 de ellas de España), también refleja las opiniones y experiencias de estas mujeres en el terreno profesional. Según sus resultados, el 20 por ciento (16% en España) decidió no informar en el trabajo sobre su diagnóstico.
De las que sí lo hicieron, al 29 por ciento (25% en España) le preocupaba que afectara a su situación laboral y el 34 por ciento (más de la mitad en el caso de España, donde esta cifra asciende al 53%) no recibió ningún tipo de apoyo de su centro de trabajo después del diagnóstico. Por otro lado, de las que optaron por no comentarlo, el 26 por ciento (14% en España) reconoce que estaba preocupada.
Otro de los aspectos tratados es el impacto del cáncer en la esfera familiar de las pacientes. Solo el 20 por ciento de estas mujeres (13% en España) considera que recibe suficiente apoyo para hacerse cargo de sus responsabilidades familiares o para adaptar el trabajo a su enfermedad. Asimismo, únicamente el 45 por ciento (38% de las españolas) de las mujeres en edad fértil recibió asesoramiento sobre planificación familiar por parte de un profesional sanitario. El 48 por ciento (42% en España) de las mujeres con edades entre los 18 y 40 años que no había recibido asesoramiento en este sentido declaró que le hubiera gustado tener ese apoyo.
Al ser preguntadas sobre la repercusión de la enfermedad en su situación financiera, el 42 por ciento (34% en España) asegura que se vio resentida por el cáncer y su tratamiento. De acuerdo con los resultados del informe, uno de los desafíos pendientes es que solo el 42 por ciento (37% en el caso de España) de las encuestadas ha accedido a los servicios de apoyo.
La encuesta evidencia igualmente que existe un margen de mejora en cuanto a promover la educación de todos los tipos de cáncer y sus factores de riesgo en la población femenina. Así, se recoge que muchas mujeres subestiman los factores de riesgo asociados a ciertos tipos de cáncer no considerados como 'cánceres femeninos', como el de pulmón y el colorrectal.
Las encuestadas de los 23 países respondieron que los cánceres con la mortalidad más alta eran los de mama (73%), útero (41%) y ovario (34%). Sin embargo, los tipos de cáncer más mortales entre las mujeres son los de mama, pulmón, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2018.