España registra 182 816 casos positivos de coronavirus y cifra en 19 130 las muertes a causa de la enfermedad. El pico más alto, señalan desde Sanidad, ya ha pasado, pero los últimos días hemos podido ver repunte de casos. Y es que los datos oficiales de contagios que se reflejan a mediados de abril podrían haberse reducido sustancialmente -un 62,3% en concreto- si el confinamiento se hubiera decretado el 7 de marzo, en lugar del 14, tal y como se hizo, según un estudio elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea.
De haberse aplicado una semana antes el confinamiento, el número de casos registrados el 4 de abril habría sido de 47 766 (cifra cercana a un tercio de lo registado en aquel momento, 126 859). España habría evitado, de esta manera, 79 093 contagios. "Tal disminución hubiera evitado, probablemente, el colapso de muchos hospitales", asegura la investigación, elaborada por Luis Orea, investigador del departamento de Economía y del grupo OEG de la Universidad de Oviedo, e Inmaculada C. Álvarez, también investigadora de este grupo y de la Universidad Autónoma de Madrid.
"El estudio empírico realizado ha permitido confirmar que la declaración del estado de alarma del 14 de marzo ha logrado mitigar el efecto del contagio de forma muy significativa, si bien es cierto que tal reducción en el número de contagios difiere entre provincias (las más cercanas a los epicentros son las que más se han beneficiado de la medida)", señalan los autores.
Los autores del estudio aseguran que el aislamiento domiciliario es "una herramienta efectiva para contener el brote", sin embargo, "creen que hubo una falta de previsión por parte del Gobierno central, al no anticiparse al desarrollo real de la epidemia". La celebración del 8-M estuvo en debate en aquel momento, pero las consecuencias no se conocían. Otros países como Estados Unidos o Reino Unido, hasta que no han tenido el problema en sus calles, no han sido conscientes de la gravedad del asunto -incluso sus máximos dirigentes-.
"El análisis empírico se realiza en un conjunto completo de datos de provincias españolas que cubre el período comprendido entre el inicio de la epidemia en cada provincia y el 4 de abril, construido a partir de varias fuentes", precisa el documento.
"Una característica que vale la pena destacar es la dispersión relativamente grande de las fechas de inicio en las provincias. Esta es una característica muy importante de nuestro conjunto de datos porque permite realizar dos análisis diferentes: mientras que el primero se centra en el inicio de la epidemia de coronavirus en cada provincia (y que hubiera pasado sin decretar confinamiento), el segundo análisis tiene como objetivo explicar la evolución de las epidemias provinciales y la efectividad del bloqueo para reducir el número de casos reportados (si el confinamiento se hubiera tomado una semana antes)", añade.
En ausencia del estado de alarma, el número de casos confirmados en la España peninsular hubiera sido 617 743 en lugar de los 126 859 que se registraron hasta el 4 de abril, según el estudio. Gracias al aislamiento se han evitado aproximadamente 490 800 infecciones -lo que supone una reducción media del 79,5%-. En cuanto a los datos de decesos, se han evitado, solo en la Península, 46 619 muertes, 220 531 hospitalizaciones y 25 575 ingresos en UCI, según la investigación.
El estudio además sugiere que el inicio, e intensidad, de las epidemias provinciales depende de la movilidad internacional, lo cual sugiere que las medidas de control de viajeros procedentes de zonas previamente afectadas, como es el caso de Italia, deberían haberse puesto en marcha mucho antes, en línea con las decisiones adoptadas en otros países.
Los autores también apuntan que la movilidad de la gente entre provincias ha jugado también un papel significativo en la propagación del virus en España, pero que con la medida del estado de alarma se frenó la propagación.