Es de ahora y de antes, pero igualmente sigue siendo una 'enfermedad abandonada'. La esquizofrenia está presente en todas las sociedades, en todas las épocas pero todavía se la llama vulgarmente 'locura' y aún quedan muchos prejuicios en torno a ella. A los que la padecen se les señala y mira raro por sufrir alucinaciones, ideas delirantes y otros trastornos cognoscitivos. A otros se les ignora porque aunque la esquizofrenia afecta a cómo la persona piensa, siente y actúa, no siempre da la cara en público. Eso es lo que le pasó a Clara, persona que además tardó años en saber lo que le ocurría ya que durante mucho tiempo tuvo un médico que no supo diagnosticársela bien.
En su caso la esquizofrenia se le manifestó muy pronto, pero no siempre supo lo que era. Fueron años llenos de dudas, de miedos por lo que le estaba pasando y sin respuestas de ningún tipo. Por eso Clara a través de su brutal testimonio plasmado en el siguiente vídeo ha querido visibilizar todo lo que ella sintió y de esta manera ayudar a otros que puedan estar sintiendo los primeros avisos que da este trastorno de tipo psicótico y que tampoco tienen respuestas ni la suficiente comprensión.
"Mis síntomas empezaron de una manera muy tonta, yo escuchaba mi nombre y creía que mi familia o amigos me llamaban y la realidad es que ninguno lo estaba haciendo. Ellos mismos son los que me dijeron que solo yo escuchaba mi nombre". Así es como arranca el testimonio de Clara que ha querido demostrar que se puede vivir con esta enfermedad, pero que es necesario conocer por todas las fases que uno puede llegar a pasar para entender bien la magnitud de este trastorno de tipo psicótico. Por desgracia, la este capítulo le siguieron otros muchos más graves como podrás comprobar en el vídeo.
"Por ejemplo en las últimas Navidades mis alucinaciones llegaron al extremo de pensar que mi familia conspiraba para violarme o secuestrarme. Solía quedarme despierta durante días y días para estar atenta en todo momento y que no me pasara esto", ha relatado en el vídeo. Cuando sus alucinaciones no planeaban matarla, tal como ella misma cuenta, también le jugaban otras malas pasadas que le hacían sentirse muy mal.
Sentir que su cabeza recibía muchos mensajes y no contar con el adecuado apoyo médico ni tratamiento porque en aquel momento no supieron diagnosticarla bien, le llevó a vivir entre la confusión y la realidad.
La sociedad necesita aprender más sobre las enfermedades mentales. ¿Qué quiere decir esto? Que en el caso de la esquizofrenia, que en ocasiones se confunde con el trastorno límite de personalidad, nos encontramos ante una enfermedad que llaman del inconsciente que tiene un tratamiento y que la padecen más de 21 millones de personas en todo el mundo, según la OMS.
En el caso de Clara, al final, sí que ha dado con un tratamiento porque para estos casos, tal como indica la psicóloga Marina Pinilla "es fundamental que cuenten con una medicación y que no la dejen porque eso es lo que les cambiará la vida".
"Pese a mi enfermedad he conseguido llevar una vida normal", aclara Clara en su testimonio y demuestra que a diario podemos encontrarnos en la calle o en la oficina con personas que sufren de esquizofrenia grave y que con el tratamiento ni nos enteraríamos de que la sufren.