La evolución de la epidemia de coronavirus en España continúa en una positiva tendencia descendente. Siempre con la más extrema cautela ante un virus del que aún hay mucho por conocer, ha sido este viernes 24 de abril cuando, por primera vez, las autoridades sanitarias han afirmado que nuestro país está “doblegando la curva”.
Ha sido primero el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha manifestado que ya nos encontramos ante el “primer día con datos de curados superiores a los datos de nuevos casos notificados”, lo que a su vez ha permitido que, posteriormente, en su comparecencia, también el ministro de Sanidad, Salvador Illa, reparase en ello para afirmar que “esta vez sí, estamos doblegando la curva”.
Concretamente, el Gobierno se ampara en la positiva tendencia recogida en un último balance que contabiliza --“después de varios días con incertidumbres en algunos de los datos debido a algunas modificaciones en el uso de algunas pruebas diagnósticas”, y tras “corregir esa información”--, un total de 2.796 casos nuevos respecto a ayer, lo que implica un incremento del 1,4%, y 3.105 nuevos curados, un incremento respecto al día anterior del 3,5%. “Son noticias buenas y la evolución de la epidemia está empezando a entrar en lo que tiene que entrar con todo el esfuerzo que hemos hecho”, ha afirmado Fernando Simón, reivindicando un día más los buenos resultados derivados de las medidas restrictivas del confinamiento en el marco del estado de alarma.
En total, el número de casos confirmados por el Ministerio de Sanidad asciende a 219.764, mientras las personas recuperadas son ya 92.355.
Lo negativo, por su parte, se refiere a la dolorosísima cifra de personas que han perdido la vida por el COVID-19: en total son 22.524 después de que en el último día se contabilizasen 367 muertos más, un descenso no obstante notable respecto a los 440 que se registraron el día anterior.
En cómputo general, los marcadores indican al Gobierno una “evolución positiva de la epidemia”, y con ello el Ejecutivo quiere trasladar un mensaje de aliento. Un mensaje que, no obstante, ha de leerse e interpretarse siempre con cautela, máxime teniendo en cuenta el altísimo poder de contagio del virus, incluso todavía hoy. Además, los datos que han permitido a Sanidad hablar de “más curados que contagiados” en el último balance giran en torno a los casos positivos detectados en las últimas 24 horas por PCR. Es decir, no tendrían en cuenta los positivos que han resultado de la realización de test rápidos o pruebas serológicas. Contabilizando también estos últimos, los curados no superarían a los contagiados, pero el Gobierno durante toda esta semana, --en la cual sí había estado haciendo distinción hasta este viernes--, ya había dejado claro cada día que eran los positivos surgidos de PCR los que en realidad permitían “comparar mejor” con los datos que venían recabando en semanas anteriores. Por eso, hoy hablan en firme de estar “doblegando la curva”.
No obstante, ello no significa relajarse. “Seguimos en fase de confinamiento”, continúa reiterando el ministro de Sanidad, Salvador Illa, mientras la Organización Mundial de la Salud advierte que no se debe acometer una desescalada sin cumplir unos criterios mínimos fundamentales: que la transmisión comunitaria esté controlada; disponer de capacidad para detectar, aislar casos nuevos y llevar a cabo el seguimiento de contactos; minimizar los riesgos en entornos de gran vulnerabilidad, como las residencias de mayores y los hospitales; contar con medidas de prevención en los centros de trabajo y centros educativos; identificar y manejar los casos importados; y contar con una ciudadanía implicada y concienciada con el reto de la desescalada.
En todo ello, el Gobierno trabaja desde hace ya “tres semanas”, al tiempo en que insisten en que la desescalada será “lenta”, “gradual” y “asimétrica”. De momento, serán los niños los que por fin, tras más de 40 días de confinamiento salgan a la calle para pasear en las condiciones dispuestas por el Gobierno, quien incide, desde ya, en que es el Ejecutivo quien dictará cómo debe de abordarse cada medida y no las comunidades autónomas, quienes ya están afanadas en diseñar, por su parte, sus propios planes para la desescalada. El Gobierno escuchará a cada una, pero será quien decida.
Entre tanto, fuera de nuestras fronteras la pandemia sigue avanzando y deja más de 2,7 millones de casos y más de 195.000 muertos según la Universidad John Hopkins. El país más castigado, por delante de España, es Estados Unidos, con más de 890.000 casos y más de 51.000 muertos. Desde allí, Donald Trump soprendía a todos este viernes tras afirmar que podría probarse a inyectar desinfectante y tratar con luz solar a los pacientes con coronavirus, algo que dejaba incrédulos también a los científicos de su propio equipo.
Mientras, en Europa es Italia quien sigue dando muestras de doblegar al virus. Pese a que la cifra de muertes, sumamente dramática, se acerca casi a los 26.000, por quinto día consecutivo han descendido los casos activos, así como siguen cayendo de forma constante los hospitalizados e ingresados en UCI.
Por su parte, desde una China que ya da por controlado al virus que desde allí se convirtió en pandemia, las autoridades sanitarias afirman que para septiembre podrían tener lista una primera vacuna; una vacuna de urgencia que se aplicaría en primer lugar a los profesionales sanitarios.