Las esperas para ser atentidos en urgencias llevan horas. Estamos ante una epidemia y no precisamente de coronavirus, que se está cebando especialmente con los niños. Donde más efectos está teniendo es en el País Vasco. Allí la tasa es de 789 niños de cada 100 mil habitantes. En comunidades como la Valenciana y Cataluña esta cifra llega a los 400 y en Andalucía a 300. La explicación es que este año el tipo de gripe que corre es la gripe A, que afecta más a los pequeños que a los mayores. La buena noticia es que ellos son los más fuertes, 4 días y sanos. Son los mayores de 64 son los que acaban hospitalizados.
Pro eso hay expertos que señalan que, en España, debería ser más preocupante la incidencia de la gripe que la del coronavirus, ya que "en términos médicos la relevancia es mayor", según ha expresado el director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, José M. Eiros, quien ha alertado de que la prevalencia de la vacunación
"La gripe se está olvidando por el coronavirus", ha advertido. "Preguntamos por la vacuna del coronavirus, y en la gripe, que la tenemos, no nos la ponemos. La gripe no es una enfermedad banal, pues mata a personas a diario en España, algo que no ocurre con el coronavirus", ha alertado.
Así, ha especificado que la vacunación en España ha descendido de un 65,7 por ciento en personas mayores de 65 años en 2009 a un 54,2 por ciento en 2019. Además, tal y como ha informado, solo 1 de cada 4 profesionales sanitarios se vacunan de esta patología, "un hecho preocupante", según ha apuntado.
En este sentido, ha expresado que una de las particularidades de la gripe es que "el virus que comienza a circular en una comunidad no es igual que el que sale porque sufre diferentes cambios en el genoma". Pese a ello, ha apuntado, "el mundo todavía construye las vacunas de la gripe de forma muy arcaica, aunque algún día se avanzará hacia vacunas universales".
En cuanto al coronavirus, el experto ha reconocido la labor de transparencia de China y ha señalado que "la rápida respuesta de sus comunidades de salud pública, clínica y científica ha facilitado el reconocimiento de la enfermedad clínica y la comprensión inicial de la epidemiología". En este sentido, ha añadido que en el mundo pululan más coronavirus que se desconocen en el resto de la comunidad internacional por la falta de información de los países en los que se originan.
"No sabemos si el coronavirus constituye una amenaza real para la salud pública, aunque se puede afirmar que la dimensión que tiene en China no es igual que la del resto del mundo por diferentes factores", ha explicado.
Entre ellos, ha destacado que hay que tener en cuenta que China es un país superpoblado y con unas características culturales "muy concretas", pues "no solo se comercia con especies autorizadas, sino con otras que no lo son", ha detallado. "No hay que alarmar, pero sí que hay que mantener el foco siempre teniendo en cuenta estas peculiaridades", ha indicado.
En este sentido, el especialista ha querido destacar que, pese a que se tenga constancia de la proliferación del coronavirus en China desde diciembre, "es seguro que este llevaba circulando más tiempo". Por ello, continúa, "hay que indagar sobre cuándo empezó y cómo ha penetrado no ya en las comunidades donde ha nacido, sino en su entorno".
Así, a su juicio, es determinante establecer cuánto tiempo lleva el virus circulando para establecer relación entre ello y la dinámica de las personas infectadas, ver cuáles son los factores que determinan la progresión hacia la gravedad, así como para esatblecer conexiones con la proporción de pacientes infectados que no presentan sintomatología clínica.
Al respecto, ha expresado que, para estudiar estos virus que saltan de animales a humanos, sería necesario avanzar en medicina "junto con los veterinarios, los farmacéuticos y los biólogos, encargados de estudiar los ecosistemas", ya que esta es la tercera vez en dos décadas que un coronavirus zoonótico ha realizado un "salto interespecies" para infectar poblaciones humanas.
Así, también ha destacado que la identificación del virus permitirá el desarrollo de reactivos para abordar incógnitas clave sobre esta nueva infección y guiará el desarrollo de terapias antivirales. De esta forma, "la disponibilidad de ensayos serológicos permitirá evaluar la prevalencia de la infección en humanos y en posibles fuentes zoonóticas del virus en mercados húmedos y otros entornos", ha concluido.