España ha cerrado este viernes el mes de abril con la menor cifra mensual de muertes por covid desde el pasado mes de septiembre, con 2.757 fallecidos, según los datos del ministerio de Sanidad. El impacto de la epidemia sigue siendo alarmante, pero las vacunas arrojan cada vez más esperanza. Mientras se aplicaban más de ocho millones de dosis a lo largo del mes, la mortalidad ha caído desde los más de 200 muertos diarios notificados en marco a los cerca de 90 en abril.
Desde el pasado verano no se tenía un registro parecido de muertes notificadas por el ministerio o por la contabilidad de las regiones. La tendencia es clara, pese a que la cifra exacta no se conocerá hasta que el Instituto de Salud Carlos III, ISCIII, consolide los datos en unas tres semanas.
Valencia, Baleares o Asturias, comunidades autónomas duramente golpeadas por la tercera ola, han reducido en abril a la mitad los fallecidos del mes anterior. No obstante, en algunas regiones el mes de abril ha sido similar al de marzo. Navarra, Aragón y País Vasco han notificado más muertes que el anterior mes.
Los expertos se muestran más optimistas que hace unas semanas, pero no lanzan un pronóstico sobre el final de la pandemia. Lo peor ya empieza a quedar atrás gracias a las vacunas, pero todavía hay varias claves de incertidumbre, entre ellas las nuevas variantes.
Durante el pasado verano la incidencia del coronavirus cayó hasta niveles muy bajos, se situó menos de 10 casos por 100.000 habitantes a 14 días y hubo algún día sin ningún fallecido. Sin embargo, esto fue solo posible por el confinamiento de la primavera de 2020. El virus se propagó a lo largo de los meses posteriores y los casos aumentaron en Navidades. Enero de 2021 fue el segundo mes con más fallecidos de toda la pandemia (más de 11.000 muertes).
La campaña de vacunación se acelera cada semana y ya son cerca de dos millones las dosis administradas cada siete días, casi el doble que hace solo un mes. Las autoridades, pese a la mejoría, piden prudencia para no caer en el exceso de optimismo. Pese a acelerar el ritmo de vacunación, todavía falta mucho para tener inmunizado al 70% de la población, porcentaje con el que se consigue la inmunidad de grupo. Al ritmo actual, sería posible a finales de verano.