Elsa Punset: “No volveremos a tener una oportunidad tan clara y urgente como esta para transformar nuestras vidas”
La divulgadora de referencia Elsa Punset acaba de publicar su último libro, ‘Fuertes, libres y nómadas’ (Destino, Barcelona 2020)
Es un libro escrito en el contexto de la pandemia y lleno de propuestas para conectar con lo que somos y con el mundo en que vivimos
Para la autora, estamos atravesando un momento extraordinario que nos trae la oportunidad de transformar nuestras vidas y el mundo que nos rodea
Fuertes, libres y nómadas (Destino, Barcelona 2020) se gestó en pleno confinamiento…en los primeros meses, cuando los efectos de la incertidumbre colectiva, era más visibles que nunca.
En esas semanas, desde el ámbito del desarrollo personal, la psicología, el coaching y la educación, se hablaba mucho de la importancia de hacer una lectura positiva de lo que nos estaba ocurriendo. El virus nos había obligado a parar nuestras vidas súbitamente y eso podíamos verlo como un regalo para reconectar con nosotros mismos, con nuestro propósito, con eso que es realmente importante para nosotros, con el sentido de nuestra existencia.
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También Elsa Punset vivió ese momento como una oportunidad, una invitación del destino para cambiar nuestras vidas y con ellas, transformar el mundo en que vivimos. Porque Fuertes, libre y nómadas se concibió con el anhelo de inspirarnos y acompañarnos para que podamos dar lo mejor de nuestra humanidad.
Pregunta: Durante aquellas primeras semanas de confinamiento triunfaron las webs que facilitaban audios para meditar, practicar yoga, etc…¿crees que la gente estaba pidiendo a gritos herramientas para darle sentido a todo lo que estaba pasando?
Respuesta: Por primera vez para muchos de nosotros, con el confinamiento pasó lo inimaginable: bajó el telón y todo paró. Relato en Fuertes, Libres y Nómadas, cómo la pandemia cerró, también para mi, todo aquello que me tenía tan ocupada: “Nunca había vivido así, sin correr decidida hacia algún lugar, o con alguna excusa. No sabía parar. Hasta ahora. Por fin puedo quitarme el escudo, deponer las armas.” ¡Y así fue!... Siento que probablemente no volvamos a tener, en el resto de nuestras vidas, una oportunidad tan clara y urgente como esta para transformar nuestras vidas y el mundo que nos rodea.
P: Fuertes, Libres y Nómadas es como una guía para iniciar ese proceso de “entrada de conciencia” a raíz de la pandemia, pero el libro tiene un recorrido mucho más largo. Porque en realidad habla del ser humano y de la necesidad de crecer en la adversidad. La pandemia es solo una excusa. ¿Mis hijas podrán leerlo dentro de 10-15 años y todo lo que cuentas seguirá teniendo sentido para ellas?
R:¡Me gusta tu sinopsis de Fuertes, Libres y Nómadas!... Gracias. Muchos textos escritos hace siglos siguen reverberando y hablándonos, y es porque la esencia humana, y el reto de vivir, no cambian. Solo cambian las circunstancias, ¡y apenas! Generación tras generación nos enfrentamos a retos, pérdidas, decepciones y alegrías. ¡Es la vida!
Así que espero que si tus hijas leen este libro dentro de 15 años, también reencuentren en él esa búsqueda humana; pero sobre todo que puedan mirar hacia atrás y decir: “No perdimos 15 años en palabrería y excusas, los sacrificios tras la pandemia sirvieron para movilizar a la sociedad y hacer realidad muchos cambios.” Porque lo verdaderamente trágico sería que después de esta pandemia, regresemos a una zona gris de promesas vacías, resignación, hipocresía y vida insostenible.
Quiero formar parte de un mundo valiente, verde, tecnológico, conectado, es decir, humano en el mejor sentido. Y que las generaciones venideras lo disfruten y sigan mejorándolo.
Biológicamente los humanos estamos programados para resistirnos a los cambios (Elsa Punset)
P: Sin embargo sigue habiendo mucha resistencia y poca aceptación e intención de trascender y crecer en la adversidad. Se oye mucho eso de “a ver cuando las cosas vuelven a la normalidad”.¿Crees que esta actitud ayuda a estas personas? ¿no crees que que es más adaptativo aceptar que resistir?
R: La resistencia es lógica; nuestra vida habitual está en entredicho, y biológicamente los humanos estamos programados para resistirnos a los cambios. ¡Tenemos un cerebro programado para sobrevivir que prefiere lo malo conocido que lo bueno por conocer! Así que la primera reacción es resistir. Pero luego la vida se impone y nos vemos obligados a reconstruir, y nuestra creatividad y optimismo humanos hacen lo que parece imposible: mejorar lo que teníamos, ir hacia una mayor justicia social, batallar contra nuestros prejuicios, ser más empáticos y solidarios, usar nuestra tecnología para curar y viajar y disfrutar...
P: Creer que las cosas pronto van a volver a ser como antes…¿es una manera de autoengaño, de anestesiarse, de justificarse para no cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos que han venido para quedarse?
R: A pesar de la pandemia, haz este pequeño experimento: pregunta a las personas que te rodean, incluso a las más pesimistas... “Si pudierais elegir, ¿en qué época hubieseis querido nacer?” ¡La respuesta (casi) unánime será que en esta época! Porque en este siglo XXI, estamos dando pasos de gigante en tantos ámbitos: pobreza global, paz, derechos humanos, medicina, inteligencia artificial... Son tiempos extraordinarios para vivir. Y es importante recordarlo y no perder esta perspectiva.
P:El libro está lleno de propuestas, como actividades, auto-cuestionarios, reflexiones, meditaciones etc. que convierten al lector en sujeto activo del proceso de entrada de conciencia y de cambio. Es una invitación al lector a hacerse responsable de su propio crecimiento personal y que eso no es algo que ocurre en un chasquido de dedos, sino que hace falta trabajo personal. ¿Crees que hace falta esforzarse, o “currárselo” para ser feliz?
R:¡Vivir es mucho más que ser feliz!... Vivir es un arte, un camino, un aprendizaje. ¡Así que requiere esfuerzo! Somos conjuntos de hábitos, muchos de ellos automáticos e inconscientes. Mi trabajo se centra en acompañar al lector para detectar esos hábitos y cambiarlos si quiere. ¡Si quiere!... con esfuerzo, claro, pero con la enorme recompensa de hacer con su vida lo que la naturaleza nos pide que hagamos: crecer y transformarnos. Estamos dotados para ello, por eso le recuerdo al lector que recupere las cualidades intrínsecas que lleva dentro: ese “fuertes, libres y nómadas” que permitió a nuestros antecesores sobrevivir con tanto éxito como especie.
Por cierto, en el libro hay un código QR para disfrutar con las maravillosas palabras de Pepe Mújica, que empieza así: “Se puede vivir como un escarabajo o una hormiga. ¡Pero la naturaleza nos hizo animales conscientes!... A nuestra vida le podemos dar un rumbo. Y si ustedes no le dan un rumbo deliberado, no se preocupen: el mercado se lo va a dar. Y se van a pasar toda la vida atando cuotas y soñando que progresan comprando cosas a fin de mes, hasta que sean unos viejos inútiles. ¿La alternativa? Que gasten parte de su vida al servicio de un poco de utopía, una sociedad mejor para los que van a venir después de ustedes.”
Es, claramente, la gran asignatura pendiente de esta generación: dejar de vivir en guerra con nosotros mismos (Elsa Punset)
P: Por último…En Fuertes, libres y nómadas pones luz a la importancia de reconectar con la naturaleza como estrategia para nuestro bienestar. Me pregunto qué pasaría si dejáramos de ir a la playa o a la montaña con el piloto automático y lo hiciéramos con la intención y el propósito de conectar con la naturaleza. ¿Crees que notaríamos ese beneficio inmediatamente y que nos saldría de modo natural el deseo de cuidar más del planeta?
R:¡Ah, si! Hubiese dedicado todo el libro a hablar de cómo podemos- ¡y necesitamos urgentemente!- reconectar con la naturaleza. Es, claramente, la gran asignatura pendiente de esta generación: dejar de vivir en guerra con nosotros mismos. Y si, creo que todo empieza por ser conscientes de que vivimos de espaldas al mundo natural y por hacer estos pequeños gestos y propuestas que sugiero para reconectar, para dejar de vivir de forma artificial y empobrecida. La pandemia también nos da esta lección: no hay una salud para la naturaleza, y una salud para los humanos.