Curro Cañete aparece en mi pantalla en una soleada mañana de enero, vistiendo un colorido jersey de ochos que me deja fascinada. Él, en su piso del barrio madrileño de Malasaña; yo, a unos pocos kilómetros al norte. Curro Cañete, además de coach es periodista…como yo pero al revés; que además de periodista soy coach. Tal vez por eso la conexión entre nosotros era inevitable.
Cañete acaba de publicar su cuarto libro, No tengas miedo a nada (Planeta 2022), un libro gestado durante la pandemia que nace ahora con la intención de ayudar -a quien se quiera dejar- a vivir una vida plena, con confianza, sin miedo.
Todo el trabajo de Curro -como escritor y como coach- está cimentado sobre la presuposición de que todos, absolutamente todos los seres humanos, nacemos con el potencial de conseguir nuestros sueños… "Es que yo creo realmente que no hay nada imposible. Entonces, como me lo creo, pues eso es lo que escribo. Yo creo que nuestros sueños están para ser hechos realidad”, asegura.
Su método es extremadamente sencillo, “lo único que yo hago, en realidad, es recordar a las personas lo que han olvidado: ese es mi trabajo”...y lo que han olvidado, continúa, “es que todo el mundo, tenemos las respuestas dentro de nosotros. Dentro de cada persona hay una sabiduría infinita, que está conectada a la sabiduría de la vida”.
Pregunta: Todos tenemos esa sabiduría dentro, como dices. Entonces ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué tanto sufrimiento, frustración y miedo?
Respuesta: El problema es que vivimos desconectados de ella. Hay una palabra que tengo tatuada, que es ‘conexión’. Porque cuando tú estás conectado a esa energía, a esa sabiduría, realmente te sientes bien y todo empieza a fluir en tu vida. El problema es que es muy fácil desconectarse...
P: Supongo que quieres decir que nuestro modo de vida no nos da facilidades para conectar con esa sabiduría. Parece que todo gira en torno a la productividad, al no parar.
R: Una de las cosas en las que insisto, es que nos regalemos media hora al día para nosotros. Y algunas personas me dicen: ¡media hora!...no, yo no tengo ese tiempo para meditar, para visualizar, para pensar en mis sueños, para sacar conclusiones de por qué me enfadé ayer. No tengo ese tiempo, me dicen. Pues diez minutos, les digo: si no tienes ni diez minutos para ti, es que algo funciona mal en tu vida. Porque realmente hay muchas personas que no se han parado a coger un folio en blanco y decir: ¿qué es lo que yo deseo realmente?, ¿qué es lo que deseo? Por lo menos lo voy a poner en un papel. Necesito saber qué es lo que deseo…Y entonces, las respuestas salen. Pero si no nos hacemos las preguntas y vivimos anestesiados, distraídos, entonces no podemos llegar a la respuesta.
P: Esas respuestas ¿son las que nos permitirán vivir una vida más plena, con menos miedo?
R: Efectivamente. Es que se puede vivir en la confianza, se puede vivir en la confianza y para tomar decisiones, para hacer aprendizajes, no necesitas el miedo. Puedes decidir con conciencia, con tranquilidad y sin temor, independientemente de lo que suceda en la vida. Hay personas que hacen el tránsito a otra vida, personas que mueren físicamente y que viven con mucha serenidad ese viaje. Por lo tanto, hay muchos yoguis en la India que viven en la India sin miedo y hay muchas personas en nuestro país que viven sin miedo; claro que es posible.
P: Sin embargo, en los últimos dos años parece que el miedo se ha apoderado de muchos de nosotros...
R: Con todas las entrevistas que estoy haciendo…me doy cuenta de que la gente piensa que tenemos que vivir con miedo sí o sí. Porque es tal el nivel de miedo y de estrés que hay, de caos… que piensan que no es posible otra cosa.
P: Los expertos en inteligencia emocional dicen que el miedo es una emoción que existe y punto, que forma parte de nuestra naturaleza y que tenemos que aprender a gestionarlo, no tanto tratar de evitarlo, porque aparecer, va a aparecer tarde o temprano...
R: Pero una cosa es vivir con miedo, y otra cosa es experimentar el miedo en un momento dado, instantes de miedo que te hacen más consciente de qué es lo que tú deseas. Y efectivamente, no puedes elegir las emociones como en el supermercado, pero sí puedes cultivar emociones positivas. Ya nos lo decía Platón: puedes cultivar la confianza con los mensajes que te dices a ti mismo, puedes potenciar tener más miedo o tener más confianza. Puedes cultivar la alegría porque las emociones se pueden cultivar.
P: Digamos que ¿podemos elegir el impacto que queremos que el miedo tanga en nuestras vidas?
R: Sí, sí: podemos neutralizar el miedo a través de la fe, de la fe en nosotros mismos, en la vida, en Dios, en el universo, en lo que tú quieras, pero la fe y el miedo son incompatibles. Cuando tú tienes miedo, no tienes fe y cuando tienes fe, no tienes miedo. Por lo tanto, hay personas que pueden estar en un 80% de fe y otros en un 10% de fe. Pues esos que están en el 10%, solo pueden ser felices cuando están en ese 10% de confianza. El resto del tiempo van a estar sufriendo, porque el miedo nos hace sufrir, y no solo eso: es que perjudica nuestro cuerpo y nuestro organismo. La paz interior beneficia a nuestra salud y hace que nuestro cuerpo funcione bien. El miedo nos debilita.
P: Vivir de esta manera que propones -más plena y más feliz- no parece algo muy sencillo. ¿Hay que currárselo mucho?
R: La píldora mágica no existe…la magia sí existe, pero la magia la crea el foco. Y para mantener el foco, hace falta constancia, perseverancia y hace falta compromiso, que es otro tatuaje que tengo aquí: la palabra ‘compromiso’, porque es que si no hay constancia, no hay sueños cumplidos.
P: En tu libro cuentas justo eso en primera persona con una honestidad increíble. Tú mismo, durante el primer confinamiento de la pandemia, perdiste esa conexión, ese foco y volviste al lado oscuro…
R: Sí, mi caso es así. En mi caso yo tengo que cuidar de mí todos los días de mi vida porque tengo que cuidar mi salud física, mi salud mental, tengo que cuidar mis hábitos saludables, tengo que enfocarme. He comprendido eso esta vez... cuando de nuevo descendí al caos tenebroso, como yo lo llamo.
P: Para algunos puede resultar chocante oír eso de ‘caer en el lado tenebroso’ de una persona que habla de la felicidad y nos da consejos para ser más felices…para otros es un acto de valentía que te humaniza…
R: Esta vez he descubierto que yo no he llagado a ningún altar y eso me hace más humilde y me hace comprender mejor el sufrimiento de los demás. He descubierto que, o me sigo trabajando, o cuando me descuide, puedo verme en problemas otra vez. Y es cierto eso que tú dices... lo que la gente piensa de alguien que escribe libros sobre la felicidad…pues no, a mí me gusta humanizarme, porque los conocimientos son universales, pero realmente mi experiencia como ser humano solo la puedo aportar yo. Me gusta que los lectores me humanicen y vean también mis miserias y los miedos que yo tengo que vencer y mis dificultades. Eso también nos hace más cercanos.
P: Es que muchos critican a los autores de libros de autoayuda porque dicen que vais de gurús por la vida...
R: Yo ofrezco mi trabajo para el que quiera beneficiarse de él, pero quien no lo quiera, pues me parece perfectamente bien. Quien no crea que el optimismo puede aumentar su calidad de vida, que puede mejorar sus relaciones…quien no quiera creer eso, pues me parece también muy bien.
P: La realidad es que tú tienes la vivencia de haber ayudado a muchas personas a ser más felices...
R: Tengo pruebas concretas, sí. No solo de personas con las que hago sesiones -que por supuesto- sino con lectores que me cuentan sus experiencias tras leer mis libros. Si yo no tuviera esas pruebas concretas, me dedicaría a otra cosa. Porque yo no quiero perder mi tiempo…me dedicaría a ayudar en otra cosa.
P: Cuando uno vive su propio proceso de crecimiento personal, de alguna manera es como que siente el impulso de compartirlo, de ayudar a otros…¿es eso lo que te pasó a ti y por eso decidiste dedicarte a esto?
R: Yo, sinceramente, creo que este es mi propósito de vida, entonces yo no entiendo por qué a mí la vida me ha elegido para este propósito, porque si me hubiera elegido para otro, ¡pues no me importaría hacer cualquier otra cosa! Pero yo, cuando viví mi propio proceso de crecimiento personal, lo viví con muchísima intensidad, lo viví con muchísima pasión, de una manera más intensa que la gran mayoría de la gente que no se dedica a esto. Entonces, no hay nada que me haya interesado más en este mundo que el autoconocimiento. El cómo podemos aprender a amarnos a nosotros mismos, cómo podemos sacar nuestras vidas adelante, cómo podemos reducir esos miedos…sinceramente, yo no creo que pudiera ser feliz de otra manera, porque es que sería negar mi propósito de vida. Yo ayudo a otros, pero es que hay otros que me ayudan a mí porque realmente lo necesito para que mi vida tenga sentido.