Aranda de Duero, en Burgos, amanece confinadaAranda de Dueroconfinada por el aumento de casos de coronavirus que este viernes ya son 43 nuevos los contagiados. Desde primera hora de la mañana, sus 32.000 habitantes no pueden desplazarse fuera de la localidad salvo por motivos justificados al entrar en vigor la orden de la Junta de Castilla y León.
Se aconseja salir de casa solo para lo necesario y, además, se suspenden las visitas a las residencias y las reuniones privadas se limitan a 10 personas.
En la última semana se habían detectado 230 casos y se ha desencadenado una transmisión comunitaria. Casi todos los afectados son asintomáticos y con una edad media de 35 años. Un día después la cifra de contagios sube hasta los 271.
La tasa de contagios es 10 veces mayor que en el resto de España y el rastreo del virus resulta muy difícil porque la mayoría de los positivos son asintomáticos.
En líneas generales, los vecinos de Aranda han aceptado la orden con resignación aunque dejando constancia del malestar que les generaba ver que retrocedían, prácticamente, a la fase 1 de la desescalada.
La indignación está provocada por la que consideran una medida injusta que penaliza a una localidad en la que no hay nadie hospitalizado por coronavirus. Además, achacan el elevado índice de prevalencia de la enfermedad a que desde el lunes se están haciendo test de forma masiva, con capacidad para casi 200 pruebas diarias.
"Habría que ver qué ciudad soporta el porcentaje de test que se están realizando en Aranda y cuántos positivos darían. Ni Madrid, ni Barcelona, ni ninguna. Acabarían todas confinadas", ha afirmado María de la Fuente desde el comercio que regenta en plena Plaza Mayor arandina.
El sector hostelero ha empezado a notar las consecuencias del confinamiento apenas se ha hecho pública la decisión.
"Esto es la puntilla a una situación que ya estaba difícil. Nos han reducido hora y media el tiempo que podemos estar abiertos. Esta semana, desde que empezaron a hablar de brotes, se ha notado un bajón de clientes y ahora ya es lo definitivo”, asegura el hostelero Carlos Nieto.
La incertidumbre la provoca el hecho de que Aranda de Duero es cabecera de una extensa comarca que, este año, además, ha recibido más visitantes que nunca.
Los residentes en Aranda no saben cómo afectará el hecho de que muchos trabajadores de las fábricas asentadas en el municipio residen, aunque sea solo temporalmente, en otros municipios de la zona y tengan que entrar en Aranda para cumplir con sus obligaciones laborales.
"Si van a estar entrando y saliendo, ¿de qué nos va a servir el confinamiento? Tenían que haber cerrado toda la comarca", ha comentado un arandino.