Víctor Aparicio es enfermero en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Lleva trabajando 12 años de forma ininterrumpida y, ahora en plena pandemia pide poder seguir con ello con seguridad. Según el Ministerio de Sanidad, desde el comienzo de la crisis del coronavirus, han llegado a las autonomías un total de 2 802 400 test rápidos de detección de anticuerpos del COVID-19, pero él denuncia que no se están realizando. Por ello, hace un llamamiento: no salir a aplaudir a los balcones el domingo 26 como un acto de protesta, de protección a los sanitarios y al propio paciente.
“Me gustaría pedir que este 26 de abril la gente no salga a las ventanas, que el silencio de los aplausos de este domingo sea la voz de los sanitarios que no podemos salir a la calle para manifestarnos, que no se nos están realizando los test, que no es justo, que nos ayudéis una vez más y no salgáis a la ventana, que el silencio sea la voz de los sanitarios que, insisto, no podemos salir a manifestarnos “, comienza diciendo en un vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales, antes de invitar al resto de personal “a que hagan lo mismo, que este 26 de abril no salgamos a las ventanas”.
Es su protesta pacífica ante la falta de test entre el personal sanitario, cuyo 15 por ciento aproximadamente está contagiado de COVID-10, según el director general del Consejo Internacional de Enfermeros (CIE), Howard Catton, que describió la situación como “muy alarmante”, refiriéndose también a la falta de equipos de protección individual (EPI).
70 000 enfermeros contagiados
No les faltan motivos ya que la situación de los enfermeros, en contacto continuo con el paciente, es especialmente delicada. De hecho, son los más afectados por esta pandemia. Según una encuesta realizada por el Consejo General de Enfermería (CGE), el 27,9% de los más de 7 500 enfermeros preguntados dicen haber tenido síntomas compatibles con la infección del COVID-19, lo que podría suponer que en torno a 70 000 personas de este colectivo en España podrían haber estado potencialmente contagiadas.
Precisamente, este organismo ha presentado una querella ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y varios cargos de su departamento, por un delito contra la seguridad de los trabajadores.
Denuncian que no se pusieron en marcha las actuaciones necesarias para dotar a los profesionales sanitarios de los medios y materiales de protección necesarios, a lo que hay que añadir la entrega de materiales defectuosos (como los 2,1 millones de mascarillas inservibles del fabricante chino Garry Galaxy) o los test sin la fiabilidad suficiente.
Esta falta de suficiente material de seguridad para protegerse en la asistencia de los pacientes con COVID-19 y la oleada de contagios entre profesionales sanitarios habría provocado el fallecimiento de varios de ellos.
En España, según los datos expuestos también en rueda de prensa por el vicesecretario general del Consejo General de Enfermería de España, José Luis Cobos, hay contabilizados 3 enfermeros fallecidos (dos hombres y una mujer). "No tenemos el conocimiento exacto de enfermeras afectadas, pero estimamos que entre el 60-65 por ciento de los sanitarios infectados pueden ser enfermeros", argumentó en rueda de prensa.