Michelines que se acumulan en la barriga, tobillos hinchados, prominente joroba y ojos enrojecidos. Si trabaja en una oficina su transformación en veinte años puede ser total. Las malas posturas, la mirada clavada en el ordenador, además de los malabares que hay que hacer para sujetar el móvil. Si a todo ello le suma las horas que permanece sentado en el trabajo, el resultado equivale a ocho años de su vida sin levantarse de la silla. De ahí las marcas de estrés, las varices o la piel pálida sean rotundas.
Movernos más, abordar nuestra postura en los escritorios, tomar descansos regulares para caminar o mejorar la configuración de nuestra estación de trabajo son solo algunos de los consejos que nos dan los expertos para que todas estas reacciones al sedentarismo no nos conviertan en viejos anticipados.
Para que seamos conscientes de todo esto, un equipo británico experto en el bienestar profesional ha creado a Emma, una muñeca de tamaño real que representa a una persona que lleva 20 años trabajando en una oficina.
Emma también tiene joroba, los ojos rojos y secos, varices, las extremidades hinchadas y la piel con eccemas, es decir, tiene todo tipo de males por llevar una vida sedentaria. Y así es como serán los trabajadores en 2040 si no cambian su estilo de vida laboral. Este diseño nace dentro del estudio Fellowes, que tiene el objetivo de mostrar las consecuencias negativas que derivan de pasar gran parte de nuestra vida sentados frente al ordenador.
Y es que, según un estudio publicado en Daily Mail, de 3.000 personas entrevistadas, el 50% de ellas sufría dolor en los ojos, el 49% en la espalda y el 48% de cabeza.