La conversación telefónica entre una doctora y la hija de una anciana agonizante muestra el drama de las residencias en la Comunidad de Madrid ante el coronavirus y cómo supuestamente se impedía derivar ancianos a los centros hospitalarios. El testimonio forma parte de una denuncia que se presentará ante el juzgado de guardia, como prueba de cómo se materializaba una praxis que las familias de ancianos ingresados en residencias vienen denunciando desde hace semanas.
Junto con la llamada de la doctora, la hija ha mostrado a Informativos Telecinco una llamada que tuvo con su madre pocos días antes de morir. En la llamada la anciana le dice a su hija que se encuentra muy malita.
Madre: Estoy muy malita, hija. Por lo menos que sean las últimas llamadas.
Hija: ¿Pero cómo las últimas mama, por dios, qué dices?
Madre: Me tienen puesta una bolsita para respirar y no sé qué me habrán metido. Cuando me quede dormida, seguro que no despierto”
Los ancianos enfermos no eran derivados a los centros sanitarios en pleno auge del coronavirus, con las UCI de hospital al borde del colapso. Ramona Carvajal, la mujer que denuncia el deceso de su madre, recibió una llamada de la doctora el pasado día 23 de marzo. Su madre, de nombre Alejina, llevaba 13 días enferma de coronavirus en una residencia de Griñón, sur de Madrid, pero no la hospitalizaron. La madre de Ramona terminó falleciendo 17 días después de aquella llamada.
El acceso a las UCI estaba limitado por el protocolo de la Comunidad de Madrid, fechado por el entonces director general de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, el 18 de marzo. Se priorizaba a los más jóvenes y sanos. Solo serían admitidas las personas mayores y discapacitados que no tuvieran cierto nivel de deterioro cognitivo, los que pudieran moverse por su propio pie o no tuvieran patologías tan propias de la edad como la hipertensión o la diabetes. La mayoría de ancianos internos en las residencias quedaron fuera de este ámbito.
Las diligencias penales abiertas por las fiscalías de toda España para investigar si se cometió algún delito en las residencias de ancianos o de personas con discapacidad, después de aumentar las últimas semanas, han alcanzado esta semana los 240 casos, según los datos ofrecidos este jueves por la Fiscalía General del Estado (16 más que la semana pasada).
La Comunidad de Madrid siempre ha defendido que no hubo instrucciones para dejar a un lado a los ancianos de las residencias de unas UCI colapsadas. Ayuso señaló si pensaban que los médicos por instrucciones políticas iban a dejar morir a pacientes. La realidad es que el triaje ha sido protagonista en estas negras fechas provocadas por el coronavirus.
Doctora: “¿Sí?”
Hija de Alejina: “Hola doctora, buenas tardes”
Doctora: “Hola, buenas tardes. Este… “
Hija: “Dígame”
Doctora: “Alejina”
Hija: “Sí, ¿Qué pasa?”
Doctora: “Alejina no está bien”
Hija: “¿No está bien?”
Doctora: “No, Alejina… El pulmón derecho está lleno de líquido hasta la mitad”
Hija: “Madre mía”
Doctora: “¿Oyó? Ella ahora mismo tiene saturaciones, vamos a decir que aceptables. Están bajas pero no obtiene trabajo respiratorio, ¿Sabe?”
Hija: “Sí”
Doctora: “Tiene ahora 87. Yo le voy a colocar una bolsa con reservorio que es para enriquecer un poco más la mezcla que ella vaya a respirar. Tengo los resultados de la analítica. Y… aunque ella… ya te digo, los… la hemoglobina está bien, la función renal está un poco baja, pero moderada vamos a decir. Un descenso de la función renal moderado. Lo que no me gusta de la analítica de Alejina es que… Yo… Usted recuerda que le dije que había una sustancia que se elevaba cuando había procesos infecciosos agudos, ¿No?”
Hija: “Sí”
Doctora: “Bueno, ella la tiene altísima. El valor normal es de 5, y Alejina tiene 152”
Hija: “Uf…”
Doctora: “Es mal pronóstico”
Hija: “Mal pronóstico…”
Doctora: “Sí. Mal pronóstico. Yo hablé con el hospital esta mañana… Y bueno, Alejina fue una de las primeras personas que he tenido con síntomas respiratorios y ganchos febriles que estuvo seis días bien y luego siete días después empezó nuevamente la fiebre a subir…”
Hija: “Sí”
Doctora: “Terminamos un ciclo de antibióticos con cefixima, hicimos un ciclo de levofloxacino, que ya lo terminamos y esta mañana me dijo la doctora: “Bueno, vamos a iniciar otro ciclo con otro antibiótico. A ver si podemos hacer algo”
Hija: “Ya”
Doctora: “El resto quedará al cuerpo de Alejina, su organismo ¿Me entiendes? Porque no tenemos pruebas ahora, para hacer la prueba, ¿Verdad? Pero bueno… Sospechosa, altamente sospechosa (de padecer COVID-19)”
Hija: “Altamente… Porque de llevarla a hospital, nada, ¿No?”
Doctora: “Nada, no. Mira yo hablé con ellos desde el inicio. Desde que empezó Aljina… Creo que fue el 16. Alejina empezó por ahí. Déjame ver la fecha. Estamos a 23. Alejina empezó creo que fue, el 11 de marzo”
Hija: “Sí, el 11, sí”
Doctora: “11 de marzo. Este… De una vez se planteó… En un inicio era la derivación y luego claro, en el hospital, cuando llamas a pedir la ambulancia, ellos te dicen: “¿Tiene síntomas respiratorios? A consultar con el geriatra del hospital”. Y con el geriatra del hospital (es con quien) hemos manejado a Alejina. Y no tiene criterios para derivación”
Hija: “¿Y qué criterios serían? ¿La falta de oxígeno…? “
Doctora: “La Comunidad de Madrid tiene unos criterios para los residentes. Que son: puede ser trasladado a urgencias todo aquel paciente que tenga infección respiratoria o insuficiencia respiratoria, okay, uno. Dos, que no tenga deterioro cognitivo. Tres, que tenga un parte que sea una persona independiente”
Hija: “Sí”
Doctora: “Cuatro, que no tenga patologías asociadas. Que no sea hipertenso, que no sea diabético, que no tenga antecedentes de nada. Entonces eso es algo que es ilógico ¿Verdad? Porque lo que no puede esperar uno…”
Hija: “Pues sí”
Doctora: “… No puede esperar uno que una persona mayor de 80 años no tenga … alguna cosa”
Hija: “No tenga alguna cosa. Exacto. Es que es increíble, vamos”.
Doctora: “Sí. Y ese es el comunicado que recibí el sábado. Porque el día viernes habían pasado uno peor.
Hija: “¿Todavía más?”
Doctora: “Que era, que si la persona no caminaba… Si era independiente para la marcha, iba al hospital. Si no, no”
Hija: “Qué bien. Así estamos, entonces”
Doctora: “Duro, duro. Comunicado de la Comunidad de Madrid. Para todos los médicos, residencias, para los directores, para el personal de enfermería”.
Hija: “Luego dicen que aquí en la televisión que sí, que se están centrando mucho en las residencias. Pues no sé de qué manera se están centrando. Porque luego la realidad es otra”
Doctora: “Sí, es muy complicado. Entonces claro, llamas a la ambulancia y te preguntan: “¿Tiene síntomas respiratorios?” Sí. Entonces, “¿Pudiera ser (COVID-19)?” Pudiera ser. “¿Tiene prueba hecha?” No. “Bueno, comuníquese con el geriatra de guardia, el geriatra de guardia es la doctora ***"
Hija: “Ya”
Doctora: “Y con ella… Es la que llevaba el caso de Alejina”
Hija: “Suponiendo que empeorase el sistema respiratorio, entonces sí, ¿Accederían o no? ¿O tampoco?”
Doctora: “No”
Hija: “Tampoco”
Doctora: “No”
Hija: “Quiere decir que…”
Doctora: “Que cuando ella empeora… Cuando una persona de este tipo, con una patología respiratoria que empeora, la conducta es conectarla a una ventilación mecánica ¿Sabes? A un respirador"
Hija: “¿Y ustedes tienen?”
Doctora: “No, es que eso se hace en terapia intensiva. En la UCI”
Hija: “Ya, ya. Que es el problema que está habiendo, que no hay respiradores…”
Doctora: "Exactamente. Ella… Estas personas… Que hay personas más jóvenes ahora, que están también…"
Hija: “Afectadas”
Doctora: “Están afectadas, teniendo síntomas. No hay ventiladores, no hay respiradores y no hay personal para que maneje la ventilación mecánica”
Hija: “Ya”
Doctora: “Porque eso lo maneja o el intensivista o el anestesista”
Hija: “Ya, ya, ya”
Doctora: “Y ya está. Entonces claro, este… Cuando hay una insuficiencia respiratoria aguda, y hay disnea y fatiga, entonces lo que se indica es un paliativo. Lamentándolo mucho. Le digo que no es el caso ahora de Alejina. Ahora no”
Hija: “¿Ahora no?
Doctora: “En este momento no, porque tiene todavía 87 de saturación. Si a pesar de la bolsa la saturación empieza a bajar progresivamente, que llega a niveles que son incompatibles, en donde hay una hipoxemia generalizada, es decir, por debajo de 60, entonces…”
Hija: “¿Entonces?”
Doctora: “Se considera. Uno ya considera un paliativo con morfina. Ese es el protocolo”
Hija: “Y así hasta que se acaba, ¿No? Porque ya de ahí no sale”
Doctora: “Ya de ahí no sale, efectivamente”
Hija: “Ya. Tenemos un familiar directo que le ha ocurrido lo mismo. Bueno. Pues malas noticias”
Doctora: “Malo, sí. Mal pronóstico. Y eso de que ella tenga la proteína C reactiva tan alta y que tenga tomado para medio pulmón derecho, es malo.
Hija: "Si ya lo viene diciendo ella. Y claro. Ella se da cuenta porque su cabeza está ahí"
Doctora: “Exactamente, y yo no puedo decirle lo que le estoy diciendo a usted ¿Me entiende?”
Hija: “Ya, ya”
Doctora: “Yo le dije: “Alejina, te voy a poner una mascarita, para ver si puedes respirar un poco mejor. Y si sientes mucha fatiga te voy a poner un poquito de calmante. Te quedas en la cama para que…”. “Doctora, yo quisiera que esto se me quitara”. “Sí Alejina, pero… Vamos tirando, poco a poco”, le dije. O sea, no le puedo decir esto lo que yo le estoy diciendo”
Hija: “Ya, ya, ya. Porque… Y tampoco podemos verla, ni tampoco podemos hacer nada, ¿No?”
Doctora: “Exacto”
Hija: “Ya. Madre mía”
Doctora: “Bueno…”
Hija: “Muchas gracias doctora y…”
Doctora: “Seguiremos hablando”
Hija: “Seguiremos hablando, sí. Muchas gracias, gracias”
Doctora: “De nada. Adiós”
Hija: “Adiós”