El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este viernes que las víctimas mortales causadas por la pandemia del coronavirus en suelo norteamericano se quedarán "con suerte" por debajo de la cifra de 100 000 fallecidos.
"Con suerte vamos a llegar quedarnos por debajo de las 100 000 vidas perdidas, lo que es, sin embargo, una cifra horrible", ha afirmado Trump, en un acto en la Casa Blanca. "Es una cosa terrible. Podría haberse parado. Debería haberse parado en el origen pero no se hizo", ha afirmado.
El lunes, el presidente estadounidense afirmó que la pandemia del coronavirus dejaría en Estados Unidos entre 65 000 y 70 000 muertos, por encima de la anterior previsión de víctimas mortales que había realizado el mandatario estadounidense.
El último balance de la pandemia del nuevo coronavirus en Estados Unidos asciende a más de un millón de personas contagiadas y más de 64 000 víctimas mortales, según datos oficiales recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
Trump, además, ha asegurado este viernes que asistirá el próximo 3 de julio a la celebración en el Monte Rushmore del espectáculo de fuegos artificiales, después de que la Casa Blanca haya eliminado las restricciones y tras estar más de un mes en Washington a causa del coronavirus.
"Durante alrededor de 20 años no se ha permitido por razones medioambientales. ¿Te lo puedes creer? Si es todo piedra", ha afirmado Trump en una entrevista, recogida por el diario 'The Hill', donde ha precisado que tendrán unos "grandes fuegos artificiales".
El espectáculo estaba prohibido en el Monte Rushmore desde 2009, aunque el Departamento de Interior ha realizado una evaluación medioambiental y ha detallado que no habrá "ningún impacto significativo" si el espectáculo se reanuda este año.
Así, se tratará de la primera visita de Trump como presidente al Monte Rushmore, donde se encuenntran los rostros de los expresidentes George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincon o Theodore Roosevelt tallados en piedra.
La gobernador de Dakota del Sur, Kristi Noem, ha estado trabajando junto a la Casa Blanca para poder poner en marcha otra vez esta actividad. El mandatario estadounidense ha empezado a planificar ya sus próximas salidas después de permanecer el último mes en la Casa Blanca por la pandemia del coronavirus.