En plena pandemia de coronavirus, la distancia social parece haberse convertido en un mantra. Es “la mejor mascarilla”, han advertido las autoridades sanitarias, que ahora han reducido la distancia social a 1,5 metros. El motivo es puramente económico. Más capacidad para terrazas, restaurantes, locales... pero la pregunta está en el aire. ¿Hasta que punto es seguro reducir la distancia social? Un estudio de Lancet dejaba claro que a una distancia de hasta 1 metro, se podría contagiar el 12,8% de las personas. A una distancia superior a 1 metro, el riesgo se reduce a un 2,6% (Un 80% menos). Cada metro adicional multiplica la seguridad 2,2 veces. Ciudadanos puso esta condición para aprobar la nueva normalidad y dar un pequeño respiro porque para muchos ese medio metro puede ser la vida.
Las autoridades, incluso la OMS, han sido reticentes en el uso general de la mascarilla, hasta ahora que recomienda las de tela para el día a día. Simón dejó claro en una comparecencia que no se recomendó en un inicio por la falta de suministros de las mismas. Sin esta protección, el riesgo de transmisión del virus es del 17,4%. Con ella, se reduce al 3,1%. Así que la mascarilla sí que es útil. Ahora es obligatoria al salir a la calle y en recintos cerrados bajo multa de 100 euros.
No todos los países guardan la misma distancia. Canadá y Reino Unido tienen los dos metros de distancia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, Bélgica o Australia metro y medio y EEUU, 1,8 metros y Corea del Norte, 1,4 metros, según desvela Nius. No está España, pues, lejos de los parámetros internacionales. Un estudio de Harvard dejaba claro que la distancia social será algo común hasta 2022 y las ideas para mantenerla se han sucedido, algunas de ellas divertidas.
La realidad es que sea metro y medio o dos metros, es que a mayor distancia más seguridad y aunque 1,5 metros sea menos seguro que dos algunos estudios desvelan que las gotitas que expulsamos al toser posibles portadoras del virus pueden llegar a viajar hasta los 6 metros. Utilizando la dinámica computacional de fluidos multifásicos y la transferencia de calor, investigadores de la Universidad de Nicosia, en Chipre, han realizado un estudio sobre el transporte, la dispersión y la evaporación de las partículas de saliva que surgen de la tos humana publicado en la revista científica 'Physics of Fluids'.
Concretamente han profundizado en el efecto de la velocidad del viento en el distanciamiento social con un modelo tridimensional avanzado basado en técnicas de Eulerian-Lagrangian totalmente acopladas que tienen en cuenta la humedad relativa, las fuerzas de dispersión turbulentas, el cambio de fase de la gota, la evaporación y la ruptura, además de las interacciones gotita-gotita y gotita-aire. Así, con una tos humana leve en el aire a 20 ° C y 50% de humedad relativa, descubrieron que las gotitas portadoras de la enfermedad de la saliva humana pueden viajar a distancias considerables inesperadas dependiendo de la velocidad del viento.
Cuando la velocidad del viento era, aproximadamente, cero, las gotas de saliva no viajaban más de 2 m, lo cual está dentro de las recomendaciones de distanciamiento social. Sin embargo, a velocidades del viento que varían de 4 a 15 km / h, las gotas de saliva pueden viajar hasta 6 m con una disminución en la concentración y el tamaño de las gotas de líquido en la dirección del viento, por lo que esta distancia fijada por las autoridades podría no ser suficiente. Así que en algunas ocasiones la distancia.
Otro estudio recientemente publicado dirigido por investigadores de la Western University de Ontario demuestra que incluso la distancia de dos metros es insuficiente si alguien tose. Si recientemente una investigación llevada a cabo en Finlandia demostraba que el virus permanece en el aire minutos antes de dispersarse, (hay otros estudios que hablan de horas) por lo que podría contagiarse en un supermercado, este nuevo estudio incide ahora en cómo actúa la tos en el contagio. Sus conclusiones apuntan a que las gotas con el virus al toser pueden viajar a más de dos metros distancia, la distancia de seguridad recomendada por las autoridades o la que perfectamente puede haber entre dos balcones. El riesgo de contagio del coronavirus es 19 veces más alto en espacios cerrados que al aire libre, según certifican estudios americanos. Esa es la clave, el centro de trabajo, los locales, restaurantes y transporte público.